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María Jiménez, la folclórica feminista que se empoderó con sus estilismos

María Jiménez con un vestido de plumas amarillo.

María Jiménez con un vestido de plumas amarillo. / Diario de Sevilla

Opérate del carácter es una de sus frases más icónicas y repetidas, pero no sólo lo que salía de la boca de María Jiménez (ya fuera en forma de canción o de discurso lapidario) sirve para dibujar el perfil de la folclórica más ecléctica de la historia de la música en España. Fallecida en la mañana de este jueves 7 de septiembre, María Jiménez cuenta con uno de los armarios más emblemáticos, lleno de simbolismos y prendas atrevidas que le valieron el título de la folclórica feminista que se empoderó con sus estilismos.

Esta icónica figura de la música y la cultura española no sólo dejó una huella imborrable en el escenario musical, sino que también se destacó por su estilo y vestuario atrevidos que desafiaron las convenciones sociales de su época. María Jiménez, conocida por su voz poderosa y su actitud rebelde, dejó una marca imborrable en el mundo de la moda, llegando incluso a inspirar colecciones de moda flamenca (como la de Aurora Gaviño) y creó todo un lenguaje propio a través de su vestuario atrevido, rebelde, liberado y provocativo.

El vestido de pavo real, el más icónico de la artista

María Jiménez durante una actuación con su mítico traje de pavo real. María Jiménez durante una actuación con su mítico traje de pavo real.

María Jiménez durante una actuación con su mítico traje de pavo real. / M. G.

Uno de los estilismos más icónicos que siempre será recordado es el traje de pavo real que María Jiménez lució en el disco homenaje a Joaquín Sabina en el año 2002. Pleno resurgir de la artista, María Jiménez desafiaba a la suerte convertida a un pavo real y le daba al jiennense donde más duele con un disco homenaje que pasará a la historia no sólo por el poder de las letras del maestro, que la artista interpreta con desgarro, también por un plumaje salvaje e hipnótico que la convirtió en reina.

Tanto gustó el diseño a la artista (la corona era de diseño propio), que luego usó este atuendo en su etapa televisiva en la que conducía el programa de entrevistas de Canal Sur Bienaventurados. Aunque no sólo de pavo real se vistió en este icónico programa de la televisión andaluza.

María Jiménez en el programa 'Bienaventurados', de Canal Sur. María Jiménez en el programa 'Bienaventurados', de Canal Sur.

María Jiménez en el programa 'Bienaventurados', de Canal Sur. / RTVA

La cabecera del mismo mostraba a una María emplumada de blanco que danzaba por los cielos, para rematar con una María que salía de la tumba, casco de plumas sobre la cabeza, para confesar que la vida la estaba matando (cigarrillo en mano). Las plumas se convirtieron en la tónica dominante del vestuario de la artista en este programa, donde se la vio de amarillo (siempre desafiaba los malos augurios) o de azul.

Un icono de la liberación femenina y el empoderamiento

A lo largo de su carrera, María Jiménez también destacó por su inclinación a usar diseños con aperturas y generosos escotes que desafiaban las normas tradicionales de vestimenta para las folclóricas. Su estilo sensual y provocativo la convirtió en un ícono de la liberación femenina y el empoderamiento. María Jiménez se atrevió a mostrar su cuerpo y su sensualidad a través de sus atuendos, enviando un mensaje de que las mujeres podían ser fuertes, sexys y auténticas a la vez. 

María Jiménez durante la gira por la autonomía de Andalucía. María Jiménez durante la gira por la autonomía de Andalucía.

María Jiménez durante la gira por la autonomía de Andalucía.

El vestido rojo que la cantante lucía junto a La cabra mecánica en el videoclip de La lista de la compra, rojo, con plumas y de diva, dibujaba a una María sensual y sofisticada que también enraizaba con la María que se remangaba la falda y lucía medias de rejilla y ropa interior en la gira por la autonomía de Andalucía (imagen inmortalizada para siempre por Pablo Juliá).

María Jiménez en el videoclip de 'La lista de la compra'. María Jiménez en el videoclip de 'La lista de la compra'.

María Jiménez en el videoclip de 'La lista de la compra'. / M. G.

En una época en la que las folclóricas a menudo eran asociadas con la tradición y la modestia (dejando a un lado a Rocío Jurado, obviamente), María Jiménez desafiaba las expectativas con su ropa reveladora y su actitud empoderada de aquí estoy yo. Sus escotes pronunciados y las aperturas estratégicamente colocadas en sus vestidos enfatizaban su confianza y su independencia. La intérprete de Se acabó se caracterizó por ser una mujer que se negaba a ser encasillada en un molde y que rompía las barreras impuestas por la sociedad en cuanto a cómo debían vestirse las artistas. Libre de etiquetas y ajena a los clichés, María Jiménez hizo de su armario su mejor arma comunicativa.

María Jiménez en una actuación en Televisión Española. María Jiménez en una actuación en Televisión Española.

María Jiménez en una actuación en Televisión Española. / RTVE

La reina de la extravagancia que se convirtió en leyenda

Su estilo no solo era atrevido, sino que también estaba lleno de detalles eclécticos que la hacían destacar en cualquier ocasión. Desde vestidos de lentejuelas deslumbrantes hasta abrigos de piel extravagantes, María Jiménez nunca temía experimentar con la moda y la extravagancia. En ese sentido, María Jiménez abrió las puertas para que las mujeres se expresaran a través de la moda de una manera liberadora y empoderada (mucho antes de que lo hiciese Rosalía).

María Jiménez con un vestido verde de lentejuelas. María Jiménez con un vestido verde de lentejuelas.

María Jiménez con un vestido verde de lentejuelas. / RTVE

Si la Faraona lució la bata de cola como nadie, María Jiménez desenvolvió el plumaje de un pavo real con la magia de un ave fénix, por eso su legado estilístico seguirá inspirando a las generaciones futuras a abrazar su autenticidad y a desafiar las normas de la moda con confianza y estilo.

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