Huelva

Romería con la Divina Pastora

  • La localidad serrana de Aracena culmina diez intensos días de cultos. Los romeros hacen el camino junto a la carreta del Simpecado y la imagen del Pastorcito

Los romeros en el camino junto a la carreta con el Simpecado y el Pastorcito Divino.

Los romeros en el camino junto a la carreta con el Simpecado y el Pastorcito Divino. / Javier Moya (Huelva)

Aracena vivió ayer el día grande de la romería en honor a la Divina Pastora de las almas, un intenso fin de semana para culminar diez días de cultos. La localidad es históricamente mariana y desde hace años, muy pastoreña. Lo ha vuelto a demostrar con fe, sentimiento y presencia multitudinaria en casi todos los actos, al menos en los más relevantes como la romería, ofrenda floral y procesión del Pastorcito y el pregón. El menos concurrido, no por ello menos importante, es el Rosario de la noche del sábado.

No estaría mal que la Hermandad reflexionara sobre el día y hasta lugar de celebración de algunos actos. El Rosario históricamente era en las Granadillas y ahora tiene lugar en las calles más próximas a la iglesia de El Carmen la noche antes de la romería.

La romería volvió a contar ayer con cientos de personas entre peregrinos, más de veinticinco carrozas, decenas de caballistas, y curiosos llegados de pueblos cercanos y hasta de lugares bastante lejanos. La Pastora une y suma.

La comitiva salió a las siete y media de la mañana desde la iglesia del Carmen hacia las Granadillas por el camino del Rebollar. La primera parada, tema del cartel anunciador, es la parada y saludo a los hermanos de la Hermandad de la Reina de los Ángeles. La salida adelantada media hora en los dos últimos años por motivos de seguridad y obligaciones burocráticas, ya que la comitiva pasa por dos carreteras, la que va hacia la aldea de Carboneras en la salida y al llegar al final hacia Puerto Moral y Corteconcepción.

La carreta de la Pastora portaba el Simpecado, ya que la imagen de la Virgen va cada cinco años (le tocará en 2020), y el Pastorcito Divino. Por segundo año seguido, la acompañaba un grupo de tamborileros, al igual que el sábado por la tarde en la procesión del Pastorcito. En ambos casos, con el Coro de la Divina Pastora, antes Coro Amigos de la Virgen, y muchos devotos y fieles.

Los miembros de la Hermandad con su junta de gobierno, terna de diputado y mayordomos junto al cura párroco Longinos Abengózar Muñoz presidían la comitiva durante la salida por el pueblo y hasta el inicio del camino del Rebollar. La romería discurrió con normalidad salvo algunos incidentes, tanto en la ida como en la vuelta, habituales en una congregación de tantas personas. Para ello había preparado un importante dispositivo de seguridad y sanitario.

En el Rebollar hay vecinos que tienen colocados diferentes azulejos cerámicos a imágenes religiosas de la localidad, y entre ellos varios a la Divina Pastora. En todos la comitiva se para y se reza una Salve, además de ser representados por miembros de las diferentes hermandades en cuestión. Por supuesto varias paradas para el disfrute, cantes y baile de los pastoreños y peregrinos.

La parada más importante tuvo lugar, como siempre, en los alcornocales, donde se produce el rito del bautizo de los nuevos romeros que hacen el camino de la Pastora de Aracena. Allí el cura párroco Longinos Abengózar derrama ligeramente sobre la cabeza de cada romero la bendición divina con una pequeña rama de romero. Se aprovechó también la parada para disfrutar y tomar algo entre vecinos y en las diferentes carrozas.

El final del camino tuvo lugar al mediodía y previamente, en la carretera de acceso a Corteconcepción y a pocos metros de la entrada en las Granadillas, el hermanamiento de hermandades de la Pastora presentes de otros lugares, destacando la de Cantillana, por ser la hermandad madrina de la serrana.

Tras la entrada, con la bajada del estandarte y Pastorcito para presidir la ermita de las Granadillas, se celebró la misa de romeros oficiada por el cura párroco de Aracena y cantada por el coro.

Al final de la misa se sucedieron los cantes y plegarias hacia la Pastora. Seguidamente día de romería en un bello paraje con las carrozas, chiringuito habilitado por la hermandad y un kiosko para la venta de artículos.

Pasadas las cuatro de la tarde se realizó, bajo la encina, la tradicional subasta, en la que se puja por diferentes productos y artículos que la hermandad ha ido recogiendo de los comercios y empresas de Aracena que han querido colaborar, ya que todo lo obtenido es a beneficio de la hermandad.

Tras los últimos rezos, el camino de regreso a Aracena, con llegada a las diez de la noche por San Roque. El pueblo se echó a la calle. Sobre las once de la noche, a la llegada a la iglesia de El Carmen, y en la rampa de acceso al templo, se realizó el cambio de varas.

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