Huelva

Las mejores compras del año en Huelva

  • Cáritas pone en marcha su mercadillo navideño hasta el día 20 en su sede de Cantero Cuadrado

  • Artículos singulares a la venta en una propuesta llena de generosidad y bien

Visitantes del Mercadillo Navideño de Cáritas durante su primera jornada.

Visitantes del Mercadillo Navideño de Cáritas durante su primera jornada. / Alberto Domínguez

“Estamos un poco alejados del centro pero hay que venir. Les va a merecer la pena”. Paqui Camacho lo dice sincera, conocedora de que repite todo aquel que visita por primera vez este mercadillo. Coincide Almudena González: “Venir merece la pena. Seguro que echan un buen rato”. Ambas son voluntarias de Cáritas, activas colaboradoras del Mercadillo de Navidad, que no es un mercadillo cualquiera: aquí se venden artículos singulares, laboriosos, valiosos, que difícilmente se pueden ver en otro lugar, y se regalan sentimientos que para algunos florecen cada año en esta época, pero que encuentran aquí más fundamento que en ningún otro sitio. Porque la generosidad, la entrega y el amor que aquí se encuentran va directo a quienes más los necesitan, que no son pocos.

Cuenta la directora de Cáritas Diocesana en Huelva, Pilar Vizcaíno, que hay unas 300 personas sin hogar, en la calle, en las de esta misma ciudad. Es una población constante, inalterable en los últimos años, ni siquiera cuando se habla de recuperación de la economía, más esperada que real. Porque incluso el número de usuarios atendidos en Cáritas ha aumentado hasta casi 800 en el último año. Razón de más para no bajar la guardia y seguir el trabajo. Sobrada para que el sencillo gesto que hay detrás de este mercadillo insufle vida cada día a través del centro de personas sin hogar.

Para todos ellos es buena parte de lo que se recaude estos días, hasta el viernes de la semana que viene, día 20. El año pasado fueron 5.000 euros; este año se aspira a eso, y también a más, que toda ayuda es buena pero a nada hay que renunciar.

Las puertas de este salón de la sede se abrieron ayer al público. Los primeros euros fueron cayendo en la caja por la mañana, aún sin el público que se espera por las tardes. Susana Sevilla no duda en hacer el llamamiento: “Que vengan a ayudar”. Lo dice porque ella misma necesita del apoyo del público, madre, como otras dos, en riesgo de exclusión, vinculadas a la Iglesia de San Francisco, desde donde llevan jabones artesanales y medicinales que seguro van a sorprender.

Pero allí hay de todo. Y de calidad. Y a su precio justo. Lo advierte Pilar Vizcaíno: que nadie vaya a buscar gangas ni regateos. Detrás de cada artículo hay muchas horas de dedicación; unos, más artesanales que otros, también más historiados, más prácticos, más bonitos, más exóticos.

Hay artesanía de madera hecha por internos del centro penitenciario, toda clase de velas surgidas de un proyecto propio en Ayamonte, bolsos y cojines con telas llegadas de Senegal, cestos traídos de Bangladesh, productos de comercio justo, muestras de Bolivia o de Palestina, bisutería, prendas de punto, belenes... Y cuadros cedidos por Alfonso Aramburu y Manuel Blandón, sorteados entre los compradores de papeletas, como una canastilla con muñeco que ya quisieran muchos niños como regalo de Reyes Magos.

Las compras de la época tienen parada obligada en Cáritas estos días. En una visita se puede salir con regalos para toda la familia y detalles para disfrutar durante todo el año. Aunque lo más importante es lo que queda: generosidad y bien, que tanta falta hace.

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