Liderazgo inteligente: Cómo y qué decir cuando no tienes la respuesta sin perder autoridad

Liderazgo inteligente

¿Cuánto te cuesta reconocer que no sabes algo? Y lo cierto es que nadie lo sabe todo, y si lo parece, porque nunca dice que duda, seguramente te está mintiendo

Liderazgo inteligente: Qué hacer cuando tu equipo espera que decidas todo tú

Responsable de organización con un cartel en el que admite que no sabe alguna cuestión.
Responsable de organización con un cartel en el que admite que no sabe alguna cuestión.

08 de julio 2025 - 04:30

Seguro que lo has vivido: te hacen una pregunta en una reunión, en un pasillo o incluso por mail, y tu mente se queda en blanco o surge la inquietud. No lo sabes. No tienes la respuesta. Quizás te falta información, o tiempo para pensar o, simplemente, te han pillado con la guardia baja. ¿Qué haces? ¿Improvisas? ¿Dices cualquier cosa para no perder autoridad? Ahí empieza el error. La clave está en saber gestionar esos momentos, porque llegan, y la buena noticia es que hacerlo bien refuerza mucho más tu liderazgo que tener todas las respuestas.

Tú no lo sabes todo. Nadie lo sabe. Pero lo cierto es que no todas las personas saben reconocerlo. Creen que eso les debilita. Aquí es donde la inteligencia emocional nos ayuda a responder con honestidad ganando credibilidad.

¿Por qué cuesta tanto decir “no lo sé”?

Porque tememos que nos vean incompetentes. Pero el verdadero liderazgo no consiste en tener siempre la razón, sino en saber gestionar la incertidumbre. Ahí radica la fortaleza de un buen o una buena líder para fortalecer el pilar de su autoridad emocional: la confianza.

Imagina esto. Alguien en una reunión te pregunta por el impacto económico de una nueva medida que tú están presentando. Pero justo eso no lo has calculado. Respondes con algo como “Bueno… creemos que no será mucho…”. Sin datos. Sin compromiso. Sin seguimiento. Resultado: inseguridad colectiva. Acabas de perder credibilidad.

Ahora imagina que ante la misma pregunta, respondes: “Es un tema importante, y justo lo estamos calculando. Prefiero darte un dato preciso. ¿Te parece si mañana os paso el análisis financiero detallado por correo? Así vemos si hay algo que ajustar antes del lunes”. En este caso la autoridad no solo no se resiente, sino que muy posiblemente va a crecer.

Responder que no lo sabes con inteligencia emocional

1. Reconoce con honestidad (y serenidad). Decir “no lo sé” no es un signo de debilidad, sino de madurez profesional. Pero claro, hay formas y formas. No se trata de encogerse de hombros. Puedes decir, por ejemplo: “Ahora mismo no tengo toda la información, pero me comprometo a revisarlo y volver con una propuesta clara antes del viernes.” Este tipo de respuesta muestra honestidad, responsabilidad y compromiso. Y eso suma.

2. Muestra que eres una persona de equipo. Haz visible tu disposición a encontrar la respuesta con quienes te rodean. Puedes decir: “Déjame consultarlo con el equipo técnico para asegurarme de darte la mejor opción”. Estás mostrando liderazgo y confianza en tu equipo sin necesidad de tener la respuesta en el momento.

3. Aprovecha para involucrar a quienes preguntan. Transforma la duda en oportunidad para compartir el reto. Por ejemplo: “Esa es una buena pregunta. ¿Qué os parece si lo consultamos juntos y me dais también vuestras ideas antes del miércoles?”. Así no solo diluyes la presión, sino que fomentas la participación y sigues empoderando al equipo.

4. Evita improvisar por ansiedad. Un mal hábito común es soltar una respuesta para salir del paso. Pero lo que ganas en el momento, lo puedes perder en credibilidad más adelante. Si tu respuesta no era cierta o no se sostiene, luego toca corregir… y eso sí erosiona la autoridad.

5. Cierra con una acción concreta. Si te das cuenta, en todos los ejemplos de respuesta anteriores hay una fecha concreta, una vía de respuesta, y un compromiso. No dejes nunca una respuesta colgando. “Te lo confirmo por email esta tarde”, o “lo consulto con finanzas y te lo aclaro en la próxima reunión”. Eso da tranquilidad y marca tu responsabilidad.

Liderar no es saberlo todo, es saber responder incluso cuando no lo sabes. Prueba esta semana a prestar atención a estos momentos, o prueba el poder de estas estrategias incluso cuando sí que tienes la respuesta.

Delegación de decisiones efectiva.
Delegación de decisiones efectiva.
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