La Comandancia de Marina cumplió un año más con la tradición y sacó en procesión a la Patrona de los Marineros, la Virgen del Carmen, por la Ría de Huelva. La pequeña imagen, réplica de las que llevan todos los barcos de la Armada española, llegó al Muelle de las Canoas, pasados unos minutos de las once de la mañana, a bordo del remolcador Yarcla Seis, engalanado para la ocasión.

En el Muelle de las Canoas subieron a la embarcación las personas invitadas al acto. Entre los asistentes había autoridades civiles y militares. Acudieron, entre otros, el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, que estuvo acompañado del concejal de Movilidad y Seguridad Ciudadana, Luis Albillo, y del diputado provincial y concejal de Régimen Interior y Recursos Humanos, José Fernández; la subdelegada del Gobierno, Manuela Parralo; la delegada del Gobierno andaluz, Bella Verano, y la presidenta de la Autoridad Portuaria de Huelva, Pilar Miranda.

Cuando todos estaban a bordo, el Yarcla Seis puso rumbo a la Punta del Sebo, ante la atenta mirada de los ciudadanos que se acercaron hasta el Muelle de Levante para ver la procesión marítima. Una decena de pequeñas embarcaciones de recreo acompañaron a la Virgen del Carmen desde el inicio de su recorrido procesional por la Ría de Huelva. A éstas se fueron sumando otras a lo largo del itinerario, llegando a superar la veintena.

La Patrona de los Marineros fue escoltada durante la procesión marítima por una lancha de la Guardia Civil y, a la altura del Real Club Marítimo de Huelva, se unió a la comitiva el barco de Salvamento Marítimo.Pasados unos minutos de la salida del remolcador del Muelle de las Canoas, el grupo onubense Quitasueño comenzó a amenizar la travesía con las sevillanas Quiero cruzar la bahía, a las que seguirían después unas rumbas, continuando el repertorio con otras sevillanas.

La primera parada tuvo lugar en el Real Club Marítimo de Huelva, donde se amarró durante unos instantes la embarcación para que se llevara a cabo la ofrenda floral a la Virgen del Carmen. El comandante naval de Huelva, Mariano Ugarte, fue el encargado de recoger el ramo de flores, tras lo cual se retomó la marcha.

El momento más emotivo se vivió a la altura de la Punta del Sebo, ante el monumento a Colón, donde el Yarcla Seis volvió a parar los motores, para que se realizase un homenaje a los fallecidos en la mar. Se rezó una oración en su memoria y posteriormente se arrojó al agua una corona de hojas de laurel, con una cinta con los colores de la bandera de España.

La corona de laurel se fue alejando lentamente mientras la embarcación viró para regresar al Muelle de las Canoas.