Los Javis dan un paso más y ahora es Tamara, la de “No cambié, cambié”, que entonaba el público entre el descaro y la fascinación hace casi un cuarto de siglo, por sus apariciones televisivos. Tamara, Ámbar o Yurena se convierte en serie para Netflix con guion y dirección de Nacho Vigalondo y producción de Javier Calvo y Javier Ambrossi. Tras la parodia Paquita Salas, con la que se dieron a conocer, los cineastas que llevaron a la ficción la biografía de La Veneno trabajan ahora en otro personaje del universo noctámbulo televisivo. Si la transexual fue icono de Esta noche cruzamos el Mississippi (Pepe Navarro), Tamara fue el ídolo de la primera etapa de Crónicas marcianas (Xavier Sardá).

La ficción sobre Yurena se llama Superestar, tal como se denominó el primer disco que publicó tras la cantinela de No cambié. Tony Genil, Paco Porras, Leonardo Dantés o la propia madre de Tamara, Margarita Seisdedos, aparecerán en esta semblanza de la España en la transición de siglos, con personajes de usar y tirar, las burlas generales y la sobrexposición de personajes que no estaban preparados para lo que se les venía encima.

La serie contará con seis episodios y girará en torno a los comienzos artísticos de Tamara-Yurena, “un fenómeno que se convirtió en un auténtico icono popular del inicio de la década de los 2000”, propone la plataforma. “Es la reimaginación del tamarismo desde el corazón de sus protagonistas”, es la intención que late en la historia cuyos espisodios dirigirán Nacho Vigalondo y Claudia Costafreda (creadora de Cardo junto a Ana Rujas de la que se apuesta que tendrá un papel destacado). El guion está por Vigalondo junto a María Bastarós, Paco Bezerra y Costafreda.

“Si hay una época salvaje en la que todo era posible, esa es la época del tamarismo, donde los más insospechados protagonistas acapararon horas y horas de televisión”, expone el cineasta y productor Javier Calvo, que comenzaba como actor juvenil en aquellos años. Ambrossi por su parte elogia la “mente brillante y loca” de Nacho Vigalondo. “Es el homenaje a una época de España que merece ser revisitada”, añade. Vigalondo, nominado a un Oscar por su cortometraje 7:35 de la mañana, admite que encontrar “la complicidad creativa” de los Javis es una suerte. "En Superestar hemos querido comprender, humanizar y respetar a una serie de personajes normalmente maltratados, y por el camino hemos hecho un volquete de fantasía, magia y locura", adelanta.