Ana Boyer anunció hace unos días que está embarazada de su tercer hijo y este jueves debuta como participante de talent en la televisión formando parte de Bake Off. Famosos al horno. La tercera hija de Isabel Preysler parece seguir los pasos mediáticos de Tamara Falcó, la hermana con la que se crio en la mansión familiar de Puerta del Hierro. La casa que fue llamada Villa Meona se estrenó con la llegada del fruto del matrimonio de la hispano-filipina con el ex 'superministro' Miguel Boyer en 1989. Los vecinos estaban de uñas por la cantidad de paparazzi que merodeaban por la urbanización a la caza de imágenes de la reina de las portadas pero el despliegue distaba mucho de cómo serían las coberturas apenas pocos años después con la proliferación de los espacios del corazón en las cadenas públicas y privadas.  

Ana Boyer y su marido, Fernando Verdasco

Pero no sucedía así el viernes 21 de abril de 1989, cuando un equipo de la delegación de Canal Sur en Madrid se dirigía la Moncloa para grabar la rueda de prensa del consejo de ministros de aquel día. El periodista Roberto Sánchez, actual director y conductor del veterano Salud al día, que apenas unas semanas antes había dicho adiós al matinal de Jesús Hermida, Por la mañana, para enrolarse en la cadena de su tierra, decidió acudir ante a la Clínica Ruber ya que se suponía que en esa mañana Isabel Preysler, ya por entonces la mujer más fotografiada en España, iba a salir del hospital. El 18 de abril había nacido Ana, su quinto vástago, y cuando su popularidad se había reforzado como protagonista de spots de bombones y azulejos. No aparecían apenas famosos en los anuncios de la tele, los rostros de TVE, casi la única cadena, estaban supeditados a la llamada de normativa de incompatibilidades. Así que Preysler con sus sonrientes spots llamaba aún más la atención.

Portada de la revista 'Época' con el nacimiento de Ana Boyer

Lo que no esperaba el equipo de Canal Sur era que se iban a encontrar solos para grabar el momento en el que la feliz mamá y su orgulloso marido llevaban el bebé a casa. Había varios fotógrafos, de agencias, revistas y algún periódico, pero ninguna cámara de televisión más. En España funcionaban seis cadenas autonómicas y TVE.

Roberto Sánchez obtuvo declaraciones de los dichosos padres y las imágenes formarían parte del Teledía, el informativo de noche de Canal Sur (la cadena andaluza, recién nacida, aún no tenía programación de sobremesa). El jerezano Paco Lobatón dirigía y presentaba los primeros informativos de Canal Sur. Pocos años antes había sustituido a Carlos Herrera en la segunda edición del Telediario y cuando regresó a TVE tendría su etapa de mayor repercusión cuando se puso al frente del programa Quién sabe dónde.

El subdirector de informativos era Félix Bayón, que había sido redactor de Diario de Cádiiz y que en ese mismo año ficharía por Antena 3 para ser uno de sus primeros presentadores de informativos.

Canal Sur, que había comenzado a emitir el 27 de febrero de 1989, era la única cadena que tenía imágenes del tema que iba a abrir las revistas y TVE se interesó por contar con esa grabación. La única condición que puso la cadena andaluza fue que se debía citar la procedencia de esos totales, qué mejor forma de sacar pecho del nuevo canal. "Imágenes de Canal Sur, la televisión de Andalucía", fue la sobreimpresión y mención que tuvieron las primeras imágenes de Ana Boyer en la Primera Cadena, donde aparece esta noche en Bake Off. La conductora del Telediario que dio la noticia era Mari Pau Domínguez, que dos años después se convertiría en la esposa de Lobatón. Al mes y medio de funcionar Canal Sur tuvo su primer tema informativo de exclusiva nacional con una noticia acaecida en Madrid.

Los atentados de ETA en la capital o las apariciones estridentes del empresario Ruiz Mateos forman parte del contexto de aquellos primeros meses de la cadena autonómica que además de contar las cosas que pasaban en su tierra también daba el punto de vista andaluz a los temas nacionales, en el mando sólo había tres botones: la Primera, la Segunda y Canal Sur. Y no, no había aún tertulias del corazón.