Tecnología

El sector tecnológico sueña con interconectar la vida cotidiana

  • La interconexión hará la vida más fácil, pero se recopilarán cada vez más datos personales. Los clientes que entren en este mundo tendrán que confiar en que las empresas protejan sus datos.

El sector tecnológico vende su visión de un día a día interconectado durante el Consumer Electronic Show (CES) que estos días se celebra en Las Vegas. Desde la puerta del garaje al cepillo de dientes, todos los aparatos estarán conectados a Internet para hacer más fácil la vida de su usuario. "Habrá un nuevo tipo de tecnologías de la información", afirma el presidente de Cisco, John Chambers. Será más rápido, interconectado y podrá gestionar mayor cantidad de datos. Con unos sensores se podrá medir cómo de llenos están los contenedores de basura, para que siempre sean recogidos en el momento justo. Mientras, los carritos de la compra estarán conectados por wifi y darán la posición exacta de los clientes en la tienda. Así se les podrán hacer ofertas especiales en tiempo real.

Muchas empresas ya han pisado el acelerador hacia un futuro interconectado. En la feria CES se presentan cepillos de dientes conectados con Internet, medidores de las funciones vitales y lavadoras. La colocación de sensores por toda la casa puede recordar, por ejemplo, que hay que tomar un medicamento a una determinada hora. Un pequeño aparato adosado a la tableta de medicamentos controla si se ha tomado la dosis.

También los vehículos se conectarán a internet. Uno de los beneficiarios será la empresa Inrix, que trabaja con BMW. "Recopilamos datos de coches y dispositivos en la calle", explica James Bak. La información sobre el lugar y la velocidad del vehículo es transmitida en tiempo real y así Inrix puede ofrecer rutas que incluyen información sobre transporte público o puntos de carga de coches eléctricos. Además, este sistema registra los hábitos de los conductores. Cuando un usuario se sube al coche por la mañana para ir a trabajar, el vehículo ya tiene la ruta calculada. También se puede compartir toda esa información con los smartphones. Así, si una mañana hay atasco, el propio coche puede acceder a la alarma del móvil y adelantar 20 minutos el despertador.

Según las empresas tecnológicas, la interconexión hará la vida más fácil. Pero también se recopilarán cada vez más datos personales. Las empresas sabrán pronto qué tienen sus clientes en el frigorífico, cuándo llegan a casa y si sus hijos se cepillan los dientes. Los clientes que entren en esta nueva forma de vida digital tendrán que confiar en que las empresas protejan sus datos, y en que no los hagan llegar a terceros.

La revista estadounidense Wired ya alertó de los enormes vacíos de seguridad en el sistema interconectado. Los hackers podrían acceder fácilmente a la información, sobre todo a través de los routers que comunican a los aparatos con Internet. Y si un ordenador hackeada ya es un fastidio, una puerta de garaje o de coche bloqueadas serían algo mucho más grave. Y cuanto más conectados estén los sistemas, más serán los potenciales puntos de ataque.

Pero además está la preocupación por un posible ataque por parte del Estado. Desde las revelaciones de Edward Snowden, los usuarios son más desconfiados que nunca. Al fin y al cabo, los servicios secretos estadounidenses pudieron acceder a los datos gracias a que los servicios de internet los recopilaban.

El sector tecnológico estadounidense responde a estas preocupaciones encogiéndose de hombros. "No soy tan interesante como la gente que se preocupa tanto por su esfera privada", afirma el economista jefe de la asociación del sector (CEA), Shawn DuBravac. Pero el presidente de Cisco lo ve de otra forma. Para Chambers, las tecnologías de la información deben ser seguras. Pero siempre se ha sospechado que los ordenadores de su empresa cuentan con una puerta trasera para servicios como la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA).

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