El auge de Internet ha reconfigurado significativamente la educación, tanto en sus recursos como en su metodología. Esta transformación ha normalizado opciones que antes eran simples alternativas y, actualmente, “formarse de modo online ya es una opción completamente natural”, asegura Miguel Ángel García, Delegado Territorial de la UOC.

Este nuevo escenario educativo ha modificado el perfil de los estudiantes en la UOC, cuyo promedio de edad en Andalucía ha descendido de 34 a 32 años. Hasta hace poco tiempo, la mayoría de alumnos tenían un perfil mucho más sénior, pero ahora cada vez más personas “eligen la UOC como su primera universidad porque ganan en flexibilidad y conciliación”, aclara García.

La diversificación en el perfil de los estudiantes está rediseñando el entorno laboral, aportando una complejidad añadida a la empleabilidad, que ahora requiere más que solo títulos oficiales. Ante este desafío, la UOC aboga por la implementación de microcredenciales que respondan a la necesidad de “formaciones muy concretas para dar respuesta a las demandas del mercado”, una innovadora propuesta basada en el trabajo de diferentes grupos de investigación en el marco de la convocatoria de proyectos europeos que permitirán desarrollar un currículum dinámico y flexible, acorde con las “necesidades específicas de cada persona”.

La UOC también es pionera en áreas que actualmente son imprescindibles en el mercado laboral, como las competencias digitales. Desde su fundación, la UOC ha dotado a sus estudiantes con capacidades que mejoran su empleabilidad y trascienden lo puramente digital, como el trabajo en equipo o la resolución de problemas.

Comprometida con la empleabilidad

La implicación de la UOC con el éxito profesional de sus graduados va más allá de las aulas. En el caso de Andalucía, se han tejido redes de colaboración con varios colegios profesionales, sindicatos e instituciones afines para asegurar que su oferta académica se mantiene en consonancia con las demandas y requisitos de los estudios y el mercado laboral.

Como universidad online y sin fronteras, la UOC ha aprovechado su innata esencia digital para potenciar no solo el empleo, sino el acceso a la educación superior a personas de cualquier zona. En ese contexto, se ha puesto en marcha la iniciativa UOC Rural, un sistema de becas para estudiantes que viven en entornos despoblados y que tiene como objetivo formar a personas “para que sean capaces de generar impacto social y aumentar la competitividad de la zona”, explica el Delegado Territorial de la UOC.

Con un nuevo equipo rectoral, la UOC sigue enfocada en mejorar la empleabilidad mientras esboza su futuro, del que Miguel Ángel García identifica un desafío clave: “incrementar significativamente nuestra labor en la transferencia de conocimiento, tanto a nivel empresarial como institucional y, de manera más general, hacia toda la sociedad”. Una manifestación de este reto es el impulso de los doctorados industriales, tesis que se realizan en un entorno empresarial específico con el objetivo de incrementar la competitividad de una compañía concreta.

En una sociedad cada vez más digitalizada, las instituciones educativas deben adaptarse a la nueva realidad y liderar el cambio de paradigma. En este sentido, los estudiantes encuentran en la UOC una elección que refuerza su empleabilidad y abre nuevas posibilidades para un futuro laboral en constante cambio.