El vuelo FR2767 de Ryanair, entre Praga y Madrid, con cerca de 200 viajeros españoles a bordo, despegó este lunes del aeropuerto internacional Vaclav Havel con más de dos horas de retraso tras haber sido suspendido el domingo.
"La razón del retraso ha sido el descongelamiento del aparato", informó un empleado de Menzies Aviation (Czech), empresa a la que Ryanair subcontrata los servicios en el aeropuerto internacional de Praga, entre ellos la reclamación de vuelos.
El Boeing 737-8AS de la aerolínea irlandesa de bajo coste y de una sola clase salió a las 11:25, cuando su salida estaba prevista a las 09:10.
El vuelo había sido cancelado la víspera debido en parte a la meteorología, que obligó a cancelar otros vuelos y causó numerosos retrasos, y también a causa de la falta de personal por lo estipulado en el turno de tripulación, según informó Ryanair.
En medio de la confusión, los pasajeros tuvieron que pasar unas seis horas esperando a bordo del avión antes de ser trasladados al aeropuerto.
Algunos pasajeros tuvieron que ser atendidos por "crisis de ansiedad".
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