Domingo de Ramos

La luz de Dios llena las calles de Huelva

  • Se vivió un espléndido gracias al buen al tiempo, lo que se espera que sea la tónica de los próximos días Nueva estación de penitencia.

LOS 34 grados que marcaba el termómetro de la Plaza de La Palmera cuando el paso del palio de la Virgen de los Ángeles enfilaba hacia Tres de Agosto era el mejor indicativo de lo que se vivió en la jornada de ayer. Nada de mirar los partes meteorológicos de internet ni saber qué tiempo viene por Ayamonte o hay en San Juan del Puerto. Ayer fue un Domingo de Ramos como Dios manda. Y Dios llenó las calles de Huelva de luz, de tiempo espléndido, de alegría de capas rojas al vuelo de la tarde gloriosa y única de la Plaza de San Pedro, que este año se quedó huérfana a la salida de los penitentes que todos los años la abrazan. La torre también contribuía a esta belleza tras ser pintada y restaurada en esta Cuaresma. Lo de ayer fue un espectáculo glorioso de la Semana Santa en la calle. El Señor de la Borriquita pasó el dintel de la Puerta del Mar para adentrase en este mar de devociones que es Huelva en Semana Santa.

El de ayer fue un Domingo de Ramos muy especial que en Huelva Información pudimos compartir con todos los cofrades onubenses y, muy especialmente, con las cuatro cofradías de la jornada: Borriquita, Sagrada Cena, Redención y Mutilados. Después de 30 semanas santas vividas en el corazón de la ciudad, este año se siente y la narramos de una manera muy especial al estar instalada nuestra Redacción en plena carrera oficial. Nuestro balcón se adentra a esa espectacularidad que es la Semana Santa cuando las cofradías llegan por La Placeta. Una jornada muy especial porque se volvía a la carrera oficial de 1993, en la que se marca la estación de penitencia unitaria de las cofradías en la puerta principal de la parroquia de la Purísima Concepción, ganándose para ello el trazado por la calle Concepción para, por Espronceda, adentrarse en la Plaza de las Monjas.

El ambiente en la calle fue multitudinario, gente por todas las esquinas. Al principio, momentos previos a abrirse la carrera oficial, fue una masa humana la que se adentró por la calle Concepción tras dejar el palio de los Ángeles la de Palacio para ir hacia la de Rico. Todo quedó controlado y este tramo también se vio especialmente acogedor por las muchas personas que se hicieron con esta calle para presenciar los cortejos procesionales.

A la entrada de la Hermandad de la Borriquita, en el palco del Consejo de Hermandades se encontraba presidiéndolo el obispo de Huelva, José Vilaplana Blasco, acompañado por el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez González; el presidente del Consejo de Hermandades, Antonio González García; y el pregonero de la Semana Santa de Huelva y hermano mayor de la Cinta, Manuel Roméu Martín.

Cuando el reloj de la Concepción marcaba las siete de la tarde y la torre aún permanecía iluminada por el sol del Domingo de Ramos, llegaba el paso del Señor de la Entrada Triunfal de Jerusalén para hacer su parada penitencial ante este templo. Solo unos momentos antes había salido de aquí la Hermandad de la Redención, que también este año regaló a Huelva una nota diferente como es el acompañamiento musical con una banda de cornetas y tambores, la del Nazareno de Lepe. Desde nuestro balcón se vivía unidos esos dos momentos con una perspectiva única. La estación de penitencia de la Hermandad de la Borriquita la realizaba la presidencia del paso del palio de la Virgen de los Ángeles, con su hermano mayor Francisco Hierro, que era esperada a las puertas de la Concepción por el párroco Diego Capado y los diáconos de la misma.

La Sagrada Cena entró en la carrera oficial con esa maestría de siempre, con el saber andar de la cuadrilla que lleva esta nueva barcaza de pescadores que iban estrenando, con una marcha detrás de otra. En la Plaza Niña fue delicado el canto de las Hermanas de la Cruz a la Virgen del Rosario en su estación de penitencia.

Desde San Sebastián bajaba la Hermandad de Mutilados buscando el barrio de San Pedro para llegar como cada año ante el monumento a la Inmaculada Concepción, donde la cofradía realiza desde su bendición una ofrenda floral, sobre el mármol inmaculado quedaba un ramo de flores blancas. La cofradía del Cristo de la Victoria cerraba la jornada del Domingo de Ramos en la carrera oficial con el deseo de quienes la vivieron de que el buen tiempo de ayer se pueda llevar hasta el Domingo de Resurrección; desde hace tres años no tenemos una Semana Santa completa. Que así sea.

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