Semana Santa

“En el cartel hay que abrir arcos estéticos sin miedos, esto no es agredir a la tradición”

  • "Llego al Nazareno tras un trabajo, viendo que es el cenit”

Antoine Cas en la presentación del cartel de la Semana Santa de Huelva.

Antoine Cas en la presentación del cartel de la Semana Santa de Huelva. / Josué Correa

-¿Cómo se siente tras la presentación del cartel?

–La verdad que abrumado, quería devolverle a Huelva todo lo recogido estos meses, que se ha alargado un poco por la fecha de presentación que ha sido más tarde. En todo momento he querido devolver ese afecto, con la duda de buscar cómo llegar. Me alegra mucho de aquí la apertura mental para encargar una obra como es el cartel, si traumas. Durante este tiempo he disfrutado mucho con los amigos de Huelva y he querido implicarme en todo, disfrutando porque para mí el trabajo debe convertirse en ocio.

–¿Esperaba la gran acogida que ha tenido?

–La verdad es que no esperaba tanto, porque pensaba que para la presentación todos iban a estar con los problemas que nos tiene este tiempo de la pandemia. El Consejo con el pleno de hermanos mayores que se celebró antes, la alcaldía también resolviendo situaciones de la ciudad. Sin embargo, ha sido un acto bien desarrollado, un buen punto de partida para hacerlo todo lo mejor posible a pesar de las trabas que tenemos.

Cartel de la Semana Santa de Huelva 2021 de Antoine Cas. Cartel de la Semana Santa de Huelva 2021 de Antoine Cas.

Cartel de la Semana Santa de Huelva 2021 de Antoine Cas. / M. G.

–¿Cómo lleva este tiempo de pandemia y reclusión?

–Puedo decir que ha sido fácil y no. Los artistas trabajamos recluidos, yo vivo en el campo y la pandemia ha permitido centrarme más en proyectos que tenía en marcha. Igualmente me ha costado, porque no tenía la disponibilidad de acercarme a la ciudad, venir a Huelva, y al final mucho ha tenido que ser online. Una especie de trabajo de archivo, cuando lo que gusta es tomarte un café, ver a la gente o acudir a un culto.

–¿Qué ha querido reflejar en el cartel?

–Es el arte en función de unos sentimientos. La creación es una simbiosis de algo visual y de algo interior. Siempre me planteo llevar la mirada a un punto, sabiendo que va a un punto determinado, en este casos son creencias, sentimientos. Hay que estudiar a la hora de elegir un color, una paleta, unas formas y un formato. Es un engranaje matemático y esos toques subliminales se consigue tras haber ensayado. La factura de la obra tiene un tiempo, no solo el de ejecución, sino el estudio mental de la misma.

"La cartelería no afecta a la tradición, porque además habla del valor de la Semana Santa”

–¿Por qué se inclina por estos elementos concretos del cartel?

–Tenía bocetos de todas las imágenes, de crucificados, e incluso de algunas otras como el Señor de la Cena o la Borriquita, que no suelen estar en los carteles. Trabajando al máximo llego hasta el Nazareno, y entiendo que es una imagen frontal y directa. El Nazareno es el cenit, todo va sublimar en esos sentimientos en la Madrugada, que es el punto álgido de la inconografía de la Semana Santa. Manteniendo la cruz con el Inri vacío, soy m uy dibujístico, hay cabezas del Nazareno, o algo muy mío, utilizo como movimientos, hay dudas de ese proceso, del trabajo, eso es lo más estético de todo.

–¿Cómo cree que debe ser en la actualidad un cartel?

–Un reclamo publicitario, es lo que siempre se ha llamado. Tiene que evolucionar, dando un pasos adelante. Desde aquellos primeros carteles de finales del siglo XIX en Francia, que eran muy coloristas, con visión práctica de la pintura. En la evolución quizás el cartel haya bajado de calidad. Por eso hay que reconocer como una agudeza de los consejos de cofradías que quieran apostar por la calidad en un cartel, que no pongan trabas. No es un cuadro, es como el que escribe que hace un ensayo o una novela, son dos códigos diferentes.

–¿Qué aporta el arte nuevo a la Semana Santa?

–En general cosas buenas, hay grandes imagineros, hay bordados exquisitos, músicos que reinterpretan marchas.La pintura tiene un espacio pequeño, que se reduce al cartel y está al mismo nivel. Lo importante es que haya casos como el de Hueva que sí se quiera tener una atención especial a la cartelería, con buenos autores.

–¿Y es compatible con los cánones estrictos de las cofradías dentro de su estética tradicional?

–No hay que tener miedos por muy contemporáneo, más minimalistas, expresionismos abstractos. Quizás hay un público que no sabe de pintura y no lo acepta. La cartelería no afecta a la tradición, porque además habla del valor de la Semana Santa en la calle. En el cartel hay que abrir arcos estéticos sin miedos, con aperturismos, esto no es agredir a la tradición.

"Es difícil un cartel cuando no hay procesiones, hay que hacerlo positivamente no con negatividad”

–¿Cómo se hace un cartel sabiendo que no hay procesiones?

–Es difícil, son muchas ilusiones, en definitiva hay pasiones, son momentos que hacen que toda la ciudad se sienta bien. Es un tiempo complicado, poner un cartel y que no salgan procesiones. Hay que hacerlo positivamente, no con los dramacarteles, la negatividad no lleva a ninguna parte.

–¿Cómo vive un pintor la Semana Santa?

–Hay a quienes no les gusta, yo en mi infancia la he tenido muy presente. Vivo la Semana Santa de manera muy intensa, soy creativo, me agrada plasmarla en mi obra que es muy depurada, figurativa, con elementos no reconocibles porque me gusta ser ecléctico, centrarme en variaciones, me gusta desde el barroco de Zurbarán a los actuales Francisco Bacon y Rothko.

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