Pregón de la Semana Santa de Huelva | Manuel Jesús Rodríguez

Un pregón repleto de verdad

  • Manuel Jesús Rodríguez Redondo anuncia la Semana Santa de Huelva con una riqueza literaria, una gran sensibilidad y un texto cargado de mensajes y valores cristianos

Manuel Jesús Rodríguez mira al cielo tras culminar el pregón de la Semana Santa de Huelva.

Manuel Jesús Rodríguez mira al cielo tras culminar el pregón de la Semana Santa de Huelva. / Alberto Domínguez

En un profundo abrazo se fundieron Manuel Jesús Rodríguez Redondo, su mujer Pilar y su hija Mencía entre los bastidores del Gran Teatro de Huelva. Acababa de anunciar la Semana Santa de Huelva. Y los rostros, desencajados, lloraban de luto por el reciente fallecimiento de Manuela Gómez, camarista de la Virgen de la Caridad y suegra de un pregonero que llevó a cuestas la emoción, el alma rota de dolor y el corazón abierto de par en par ante los cofrades onubenses. “Huelva, hoy necesito más que nunca que en este momento de cruz seáis mi cirineo”, pidió el pregonero tras el atril antes de desgranar un texto hilvanado con una exquisita literatura y enfrascado en el barroquismo de una perfecta definición de la Semana Santa onubense.

La emoción, los valores cristianos y la sensibilidad llevaron en volandas a un pregonero que puso su empeño en aguantar los duros momentos que está atravesando su familia. Huelva agradeció con ovaciones un soberbio pregón durante el trayecto del mismo y que ha supuesto una nueva página en la historia cofrade de la ciudad.

Abogado de profesión, Manuel Jesús Rodríguez es hermano de la Borriquita, Santa Cruz, Inmaculada, Pía Unión, Gran Poder de Sevilla, y de la Cinta. A la Patrona se acercó en su inicio del pregón para que guiase su pluma a través de un texto en el que hilvanó un recorrido por la Semana Santa de Huelva repleto de mensajes, piropos y verdad, mucha verdad. Rodríguez tejió en sus bellas palabras cómo Huelva despierta a la primavera y cómo sus hermandades “son la sangre que dan más vida a la ciudad, llegando hasta los últimos rincones, como no lo hace ningún movimiento humano. Y no solo en Semana Santa”. Y es que “Huelva no sería la misma sin sus hermandades”.

El pregonero anuncia la Semana Santa de Huelva. El pregonero anuncia la Semana Santa de Huelva.

El pregonero anuncia la Semana Santa de Huelva. / Alberto Domínguez

No se hizo esperar uno de los momentos álgidos del pregón: el Domingo de Ramos de Manuel Jesús Rodríguez. Un día que “será siempre, el día de los míos, el día de la herencia forjada en el yunque de los sentimientos”. Un aluvión de emociones para explicar el encuentro con su cofradía de la Borriquita a las puertas de su casa. “Santa Virgen de los Ángeles / principio y fin de mi historia / cuida siempre de los míos / y ante el Padre eterno implora / que los cuide en esta tierra / y al llegarnos nuestra hora”.

El pregonero continuó con un recorrido por el resto de cofradías del Domingo de Ramos para desembocar con el Señor de la Borriquita de regreso por la calle de la Fuente, “donde mi alma te busca para anclarse a la memoria”. Las cofradías son iglesia evangelizadora, apuntó Rodríguez, y a partir del Lunes Santo “cogeré a mi hija de la mano” para disfrutar de la Semana Santa onubense. El pregonero pidió que no se reduzcan las cofradías a “un mero espectáculo artístico carente de sentido”, sino que los cofrades tienen que expresar “con valentía y sin disimulos” que son hijos de Dios. Y a través de las cofradías hacer la “mejor manifestación pública de una Fe auténtica y vivida”.

Rodríguez hace un hermoso recorrido por las cofradías de la Semana Santa

Rodríguez desveló “aquel dolor omnipresente que nunca contamos” un Lunes Santo mientras él y su mujer veían la Hermandad del Calvario, cuando “un tétrico chasquido, un dolor” les llevó a una “fría sala de hospital, donde entramos implorando con el Señor del Calvario en los labios, un angelito ignorado partió en busca de tu mirada compasiva sin esperar siquiera a estrenar su cuna”. Una defensa de la vida continuó en boca de un pregonero emocionado. “Defenderla desde el primer instante de la concepción, hasta el último suspiro del alma”.

Los piropos se sucedieron con el paso de las cofradías: “¡No hay cara, como la cara / de mi Virgen del Amor!”; “Deja que Huelva, toda ella hecha Estudiante / devota se arrodille, esclava y presa / de esa fontana tierna que es tu Sangre”; “Y eterno se hace el instante / en que bajas desde el porche / y pisando nuestras calles / ante el Señor de Pasión / hasta se para la tarde”. Rodríguez alzó también la bandera de la tradición de las cofradías. Una transmisión que marcaron un camino “nuestros mayores” y solo “cumpliendo lo que mandan los cánones, podremos continuar siendo instrumentos válidos de catequesis pública y un marco útil para el desarrollo de nuestra vida cristiana”.

Y el pregón llegó al Miércoles Santo, “cénit de nuestra Semana Santa”. “Y mira si te quiere Huelva, Beatísima Virgen María, que lo hace doblemente y por parejo”. Continuó Rodríguez lanzando mensajes cristianos en su recorrido cofrade por Huelva. Así mostró la eucaristía como centro de la vida cofrade y aseguró que acudiendo con frecuencia ante el Santísimo Sacramento “encontraréis consuelo a vuestras penas, auxilio en vuestras necesidades y la alegría de contemplar la presencia de Dios”.

El pregonero paseó por las cofradías del Jueves Santo, su penitencia de cada Madrugá, por la memoria de las cofradías, y finalizó recorriendo el Viernes Santo onubense. Y ahí, en la Hermandad de la Fe, la emoción se apoderó del corazón del pregonero en recuerdo de su suegra. Huelva arropó como nunca a un pregonero que llegó al Sábado Santo en busca del consuelo de la Esperanza, la Madre “del llanto de miel almíbar”. “Huelva encontrará la calma / solo en la luz primorosa / que guarda tu fiel mirada”.

Antonio González, Manuel Jesús Rodríguez y Gabriel Cruz. Antonio González, Manuel Jesús Rodríguez y Gabriel Cruz.

Antonio González, Manuel Jesús Rodríguez y Gabriel Cruz. / Alberto Domínguez

Rodríguez culminó su obra en el Domingo de Resurrección como testigo del Nazareno resucitado para poner el broche a redondo pregón que se cerró con una atronadora ovación. Sonaron Virgen del Valle y Amarguras en los prolegómenos del acto del Consejo de Hermandades y Cofradías de Huelva. Su presidente, Antonio González, presentó al pregonero no sin antes dar el pésame a Pilar por el fallecimiento de su madre de parte de todos los cofrades onubenses. Presidieron también el acto el obispo de la Diócesis de Huelva, José Vilaplana; y el alcalde de la ciudad, Gabriel Cruz.

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