Semana Santa

Obispos del Sur piden a las hermandades que eviten "sucedáneos" de las procesiones

  • Manifiestan su preocupación por la pandemia y los efectos que tienen tanto en la celebraciones religiosas como lo que está afectando a las personas más vulnerables

Los obispos del Sur en su última reunión celebrada en Córdoba.

Los obispos del Sur en su última reunión celebrada en Córdoba. / M. G.

La Asamblea de los Obispos del Sur de España se ha dirigido en su última reunión a las hermandades en este tiempo de pandemia, a las que les pide un mayor compromiso social, a la vez que les exhorta a que “eviten sucedáneos de la verdadera piedad que brota de la celebración del misterio cristiano, que los obispos garantizan”. De alguna forma, se trata de una respuesta a las diferentes ideas o alternativas que se están planteando de cara a la próxima Semana Santa, en la que no puedan salir las imágenes en sus pasos.

Aseguran los obispos que “siguen con atención la piedad popular, que se expresa de múltiples maneras en nuestro pueblo con estaciones de penitencia, romerías, procesiones, etc”. En este sentido invitan a las cofradías y hermandades a que, “en comunión con los pastores, fomenten el culto a sus sagrados titulares -respetando la normativa sanitaria-, continúen los procesos formativos de sus miembros y la caridad con los necesitados”.

Los obispos han reflexionado sobre lo que está suponiendo este tiempo de pandemia para sus diócesis y para la acción pastoral, que se ha visto alterada desde que comenzó el estado de alarma. A pesar de las dificultades y adoptando las medidas preventivas recomendadas, “la actividad pastoral se ha mantenido y, en algunas áreas, se ha incrementado notablemente, como en la atención a los más necesitados desde Cáritas y otras realidades de la Iglesia”,a seguran.

Reconocen “el sufrimiento” que supone para muchos cristianos no poder participar presencialmente en las celebraciones litúrgicas, o hacerlo entre restricciones y temores, “especialmente en el acompañamiento de los enfermos y de los difuntos”.

Al mismo tiempo, los obispos se refieren a la crisis económica que la situación sanitaria está provocando, que ha incrementado el número de demandas de ayuda en un 77 %. “Una vez más, han sido los más pobres y las familias vulnerables las primeras en sufrir las consecuencias de la crisis y en necesitar la ayuda de Cáritas”, señalan. Pero también ha aumentado en un 33% el número de personas que acuden a Cáritas por primera vez, o lo hacen después de un largo tiempo sin necesitar ayuda.

La asamblea ha sido informada sobre el proceso de tramitación del Proyecto de Ley Lomle y las consecuencias que puede tener para el proceso educativo, la libre elección de centro, los colegios concertados o la asignatura de Religión. “Se trata de una Ley que, de salir adelante como está planteada, supone un modelo de escuela público, único y laico (que habría que llamar estatal, único y laicista), que daña los principios de libertad de enseñanza y de elección de los padres del modelo de educación para sus hijos, que nuestra Constitución recoge, y que quiebra los Acuerdos Iglesia-Estado”. Añaden que “la asignatura de Religión queda aún más discriminada y gravemente amenazada en el currículo escolar”.

Los obispos expresan su preocupación por la decisión del Congreso de los Diputados de continuar con la tramitación de la Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia, “una Ley que es fruto de una visión reduccionista e individualista del ser humano”, señalan.

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