El Recreativo no tiene muchas opciones de acudir al mercado invernal. La clasificación del equipo, anclado en mitad de la tabla, y la falta de licencias para mayores de 23 años son las principales razones por las cuales la secretaria técnica albiazul se encuentra maniatada. Así, el Decano solo puede esperar a algún jugador sub 23 de bajo coste que le sirva para complementar su plantilla en aquellas posiciones que se encuentran más debilitadas.

Ante esta situación, a Monteagudo no le queda otra que buscar sus refuerzos en el interior del vestuario albiazul. La recta final del duelo copero ante el Fuenlabrada ha devuelto el interés por conocer qué pueden ofertar jugadores como Alfonso o Irizo en la segunda vuelta después de haber estado castigados por las lesiones durante la primera mitad del campeonato.

Ambos ingresaron en el terreno de juego para disputar los últimos diez minutos de la prórroga, poco tiempo, pero suficiente para mostrar sus principales virtudes. El ex del Betis rozó el gol en una jugada marca de la casa, con una conducción de fuera hacia dentro con un disparo al palo largo que rechazó Freixanet, mientras que el exfutbolista del El Ejido ganó varios balones al espacio haciendo alarde de su velocidad.

Son los dos extremos de la plantilla que pueden complementar al Decano en ataque con su potencia y velocidad, siendo completamente diferentes a Isi Ros, Carlos Martínez o Víctor Barroso. Alfonso ya demostró en el arranque del campeonato que puede ser muy importante, además desde bien pronto. El granadino fue determinante en el triunfo de la segunda jornada ante el Talavera, pero solo ha jugado 451 minutos repartidos en nueve encuentros, desapareciendo de las alineaciones en los últimos cuatro partidos. Una irregularidad que le ha impedido alcanzar un buen momento de forma, algo fundamental si se tienen en cuenta sus virtudes, que son la velocidad y la pegada. A pesar de todo, el volante zurdo se ha mantenido al término de la primera vuelta como el segundo máximo goleador del equipo, con tres tantos, uno menos que Quiles.

Mucho menos ha jugado Irizo. El sevillano suma únicamente 100 minutos. Una lesión con recidiva le ha apartado del grupo casi toda la primera vuelta. Solo ha participado en cinco partidos, aunque su presencia ha sido siempre testimonial, pues en el choque que más jugó fue ante el Murcia y solo disputó 32 minutos. A su favor tiene que es sub 23 y que el Recreativo tiene licencias de sobra para jugares menores de 23 años, además de que Alberto Monteagudo siempre que ha podido ha mostrado su confianza en el potencial del canterano bético, que tenía la oportunidad de explotar en su primera experiencia lejos de la Ciudad Deportiva Luis del Sol, pero que se ha topado con la temporada más accidentada de su carrera.

La euforia copera ha devuelto a escena a ambos jugadores, que tienen la opción de reengancharse al grupo para la segunda mitad de la competición. Los dos dependerán de su fortaleza física y mental para terminar aportando lo que se esperaba de ellos cuando firmaron en el pasado verano.