Recreativo

Zambrano medita su adiós

  • El presidente, afectado por el incidente vivido por su hijo Alejandro el pasado fin de semana, muestra a la propiedad su deseo de abandonar el cargo

  • El Ayuntamiento frena la situación

Zambrano ve un partido desde el palco, con un grupo de aficionados sentados en la zona media de tribuna.

Zambrano ve un partido desde el palco, con un grupo de aficionados sentados en la zona media de tribuna. / Alberto Domínguez (Huelva)

La tormenta desencadenada en el Recreativo no va a tardar demasiado en tener consecuencias. Los actores principales siempre han considerado que era mejor esperar al final de la campaña para tomar las decisiones necesarias, con el fin de no ser un perjuicio añadido a la compleja situación deportiva por la que atraviesa la entidad, con un alto porcentaje de opciones de acumular un nuevo descenso que llevaría al Decano a categorías alejadas del profesionalismo y que complicaría la supervivencia de la entidad albiazul; pero los últimos días han sido especialmente duros como para no precipitar los acontecimientos.

Jamás se podría imaginar Manolo Zambrano el día que elevó al cielo la bandera del Recreativo, en un acto tan para la posteridad como lleno de simbolismo, que un puñado de años después su figura podía estar tan denostada. Canterano de campanillas que tocó la cima siempre como un recreativista de cuna y único técnico onubense del Decano en Primera División, Zambrano ha vivido como presidente sus peores momentos desde que comenzó su longeva relación con el Recreativo.

Su gestión al frente del club ha estado marcada por unos resultados que siempre, a excepción de una campaña, han tenido al Recreativo al borde del descenso a Tercera División, hasta que la tragedia se consumó hace unos días en la ciudad deportiva del Cádiz. El onubense fue la figura elegida por la propiedad para colorear de blanco y azul un club que vestía de negro, como guardando un luto premonitorio que, afortunadamente, nunca terminó de llegar. La implicación de Zambrano, que puso su patrimonio personal al servicio de la entidad en momentos complicados, le llevó a extralimitarse de sus funciones, siempre con las mejores intenciones, pero con resultados poco apropiados.

La decisión de la propiedad de darle mando en plaza a Carlos Hita, al que nombró consejero delegado de la entidad con plenos poderes, fue un mensaje encubierto para el presidente, que también le comunicó a la propiedad su desgaste y su deseo de abandonar su puesto.

La última rueda de prensa de Zambrano y su enfrentamiento con la afición en el último encuentro en casa fueron antecedentes notables antes de la gota que ha colmado el vaso para el presidente. La deleznable actitud de un pequeño grupo de aficionados, que cargó injusta e inmerecidamente contra su hijo Alejandro el pasado fin de semana (algo que ya el propio Manolo Zambrano temía, de ahí su ausencia en el palco ante el Yeclano) ha llevado al máximo dirigente albiazul a tomar la decisión de comunicar a la propiedad su deseo de abandonar lo antes posible su posición de máximo mandatario.

El Ayuntamiento ha recibido la noticia entendiendo el desgaste personal de Zambrano, pero instándole a mantenerse como presidente hasta que pueda acometerse una renovación en todos los estamentos albiazules que, si bien no va a evitar el desastre deportivo, sí que va a restaurar la paz social en el entorno albiazul, en el que la crispación es máxima, como no podía ser de otra manera. Las próximas horas serán claves en el futuro de la entidad y de su presidente, al que será complicado convencer para que continúe al frente de la nave albiazul, a pesar de su sentimiento recreativista.

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