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Senderos serranos desde la Venecia cachonera

Puente sobre el río Múrtiga.

Puente sobre el río Múrtiga. / Antonio F. Tristancho (Galaroza)

La explosión primaveral que vive La Sierra desde las lluvias caídas recientemente no sólo ha avivado veneros, acuíferos, fuentes y pantanos, sino también el interés por ver la exuberancia y espectacularidad de los campos serranos. Muchos visitantes lo hacen a través del senderismo, actividad que en otoño y también en primavera atrae a miles de turistas y amantes de la actividad física.

Alcornoque al pie del camino. Alcornoque al pie del camino.

Alcornoque al pie del camino. / Antonio F. Tristancho (Galaroza)

El Bar Venecia de Galaroza siempre había sido considerado como un centro neurálgico del senderismo en el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Miles de caminantes han usado su ubicación como lugar de reunión, de esparcimiento, de descanso o de avituallamiento. Para afianzar esta tradición, aprovechar este caudal de visitantes primaverales y seguir ofreciendo servicios de calidad a los senderistas, los regidores del bar, ahora denominado ‘Nueva Venecia’, han lanzado una nueva iniciativa informativa en esta materia, con un folleto explicativo sobre senderos cachoneros.

Castaños centenarios al pie del camino. Castaños centenarios al pie del  camino.

Castaños centenarios al pie del camino. / Antonio F. Tristancho (Galaroza)

La idea ha partido de la Asociación de Empresarios, Comerciantes y Autónomos de Galaroza y de la Unión UATAE Andalucía, de la que forma parte el establecimiento, sumando la colaboración de la Asociación Cultural Lieva, que cuenta con un grupo de senderistas que acumulan miles de kilómetros en sus piernas. Cachoneros andarines como Eulalio, Moisés o Paquino son la mejor garantía de que los folletos que ofrecerá el establecimiento a sus clientes responden al interés y al rigor. El ámbito del senderismo seguirá teniendo importancia en el 25 aniversario de la Asociación Lieva, que ya programa una ruta conmemorativa junto a especialistas como Tomás Fernández, impulsor del famoso ‘Blog del Tomi’.

Se ha pensado publicar una serie de flyers elaborados de forma artesanal con indicaciones y fotos de diversos senderos serranos. Los primeros serán circulares, centrándose en el término municipal de Galaroza, que cuenta con parajes de gran calidad paisajística, ambiental y cultural.

El primero del conjunto es un sendero que lleva desde el Bar Nueva Venecia hasta la Ribera del Pino, lugar emblemático del pueblo, pasando por sitios representativos, como el Pino de la Atalaya, la Pasá Mala o diversas sendas muy conocidas y recorridas.

El senderista transitará por caminos empedrados, franqueará el río Múrtiga por puentes de madera integrados en el entorno, se impresionará con la arboleda y las vistas panorámicas y volverá al pueblo para continuar disfrutando de los encantos de Galaroza.

Especies vegetales visibles por el camino. Especies vegetales visibles por el camino.

Especies vegetales visibles por el camino. / Antonio F. Tristancho (Galaroza)

Hitos del camino

El proyecto comienza con la descripción y difusión de la ruta circular que parte del camino de La Mimbrera y llega a Galaroza por la Tierra Amarilla. Se inicia desde el Bar Nueva Venecia a la derecha, por la N-433, y a cien metros toma el desvío para ascender

por un precioso repecho empedrado. Al subir por el Camino de las Mimbreras, se gira de inmediato a la derecha para tomar el Camino de Galaroza-Castaño Bajo, como indican las placas señalizadoras. Cuando se llegue a una intersección, se baja hacia la izquierda para alcanzar la ribera del Múrtiga.

Allí se podrá sortear un puente de madera integrado en el entorno y se seguirá caminando para alternar subidas y bajadas entre una vegetación majestuosa compuesta por castaños, alcornoques, pinos y matorral mediterráneo. Se puede aprovechar para bajar a la Ribera del Jabugo, donde deleitarse con los enormes ejemplares de álamos o alisos que conforman el magnífico bosque galería que enmarca al río.

Panorámica de Galaroza. Panorámica de Galaroza.

Panorámica de Galaroza. / Tomás Fernández (Galaroza)

Además de disfrutar fuentes y cascadas, se podrá descansar en el camino en bancos propios para reponer fuerzas. Tras pasar por las Casas del Tortero y llegar a un cruce, se toma a la izquierda el Camino Jabugo-Fuenteheridos, donde de nuevo centenarios castaños serán los protagonistas.

Una nueva intersección hará girar a los caminantes hacia la izquierda, para tomar el camino Galaroza-Castaño del Robledo, homologado como PRA-38, y dirigirse hacia la Ribera del Pino, pero antes se aconseja desviarse a la izquierda para admirar los restos del Pino de la Atalaya, declarado árbol singular y símbolo de estos campos hasta que una tormenta lo partió el 19 de enero de 2013.

Ribera del Múrtiga a su paso por Galaroza. Ribera del Múrtiga a su paso por Galaroza.

Ribera del Múrtiga a su paso por Galaroza. / Antonio F. Tristancho (Galaroza)

El Pino de la Atalaya

El viejo pino piñonero amaneció ese día prácticamente partido en dos, un aspecto que contrastaba con su majestuoso porte de antaño. Fue declarado por la Junta de Andalucía como uno de los árboles singulares de la provincia de Huelva, uno de los tres con que contaba Galaroza, junto al alcornoque de El Talenque y el madroño de Los Linarejos. Este reconocimiento le vino otorgado en virtud de la gran longitud de circunferencia de su fuste, partiendo de más de seis metros en la base y llegando a casi cuatro metros a 1.30 centímetros de altura. El aspecto del tronco es el de un cilindro macizo y su perímetro en la base alcanzaba los 6.50 metros, por lo que para abarcarlo se necesitaban tres o cuatro personas con sus manos enlazadas. Pero también su altura era espectacular, llegando a los 27 metros, lo cual le convertía en un hito del paisaje al estar situado en lo alto de un cerro con su mismo nombre.

Vistas de la iglesia y el caserío del barrio de Venecia. Vistas de la iglesia y el caserío del barrio de Venecia.

Vistas de la iglesia y el caserío del barrio de Venecia. / Antonio F. Tristancho (Galaroza)

El ejemplar de pinus pinea se encuentra a 683 metros sobre el nivel del mar, y la cobertura vegetal que le acompaña es densa en arbolado como alcornoques, castaños, pinos negral y olivos. El sustrato está tapizado por helechos que denotan la humedad del ambiente. Este tipo de pinos, normalmente sobre puntos altos, han basado su importancia en su utilidad para delimitar términos municipales, pero el Pino de la Atalaya era algo más para Galaroza, ya que se trata de un paraje muy ligado a los vecinos, que lo tenían como uno de sus símbolos identitarios. Desde chicos, los cachoneros solían hacer excursiones y merendar al pie del pino, que ha vivido anécdotas y vivencias que

pertenecen no sólo a los recuerdos personales sino también al imaginario colectivo local. En este punto, el senderismo se hermanará con la literatura, al recordar los versos que el escritor Julio Beneyto dedicó al gran árbol cachonero: “No he visto ojos más grandes/que los ojos de tu cara,/ni pino como aquel pino/ que corona la atalaya./Color de cielo,/azul de mares...,/¡qué ojos más lindos,/Virgen del Carmen!/A lo lejos sobresale/la silueta pura y clara/que, en lo alto de la cima,/como faro se derrama./Copa más grande/no he visto nunca,/ni otras pestañas/como las tuyas./Cuántas veces he escuchado/el silbido de sus ramas,/donde, ágil y altanera,/su dominio tiene el águila./Montañas verdes/azul de fondo,/cielo azulado/el de tus ojos”.

Regreso y objetivos

De vuelta al camino principal, se gira a la izquierda para avistar escenas panorámicas de Galaroza y caminar junto a un riachuelo que desembocará en el río Múrtiga, que se cruza de nuevo por otro puente de madera, junto a la Pasá Mala, antiguo camino de arrieros. Tras franquearlo, un nuevo giro a la izquierda nos llevará hacia Galaroza, de la que se pueden observar interesantes paisajes.

La salida a la N-433 se realizará tomando la ruta de la izquierda, que tras 800 metros lleva a la plaza de La Morera. Allí se pueden admirar los productos del cerdo ibérico y otras delicias serranas en tiendas y mercadillos. Por último, carretera hacia abajo, se regresa al Bar Nueva Venecia tras una estupenda y variada ruta por los campos cachoneros.

Esta primera ruta tiene una dificultad media, abarca algo menos de siete kilómetros y una duración aproximada de una hora, tras la cual, los caminantes podrán reponer fuerzas en el establecimiento impulsor de esta iniciativa informativa, o en cualquier otro lugar del pueblo.

La intención de la Asociación de Empresarios, Comerciantes y Autónomos de Galaroza es “unir y apoyar a los negocios del pueblo, con ideas que den visibilidad a la localidad y conciencien a vecinos y visitantes sobre la necesidad de contribuir a mejorar la economía local y de la comarca”. La iniciativa cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Galaroza.

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