la palma del condado

La Palma rinde tributo a su oro líquido

  • La localidad vibra con el comienzo de la LVIII Fiesta de la Vendimia con Carmen Tomás como capataz de honor

  • Miriam Ortiz García es la reina de los festejos

Noche mágica la de ayer en La Palma del Condado, que celebró la 58 edición de su Fiesta de la Vendimia, enmarcada en la tradicional feria. El escenario del evento cobró un significado especial, al ser punto de encuentro y a la vez protagonista de la fiesta de este año, en la que se conmemora el 250 aniversario de la reconstrucción de la iglesia parroquial de San Juan Bautista. Por ello, el acto se ha dedicado a esta efeméride y, en general, a la triada de la tradición vitivinícola, los palmerinos y su edificio parroquial.

Pasadas las ocho y media de la tarde daba comienzo el evento, en el escenario situado en la entrada principal del templo y con una Plaza de España llena de público, deseoso de ver un espectáculo que encandiló a todos los asistentes, como la capataz de honor de esta edición, la periodista Carmen Tomás, que acudió encantada a la llamada del alcalde de La Palma, Manuel García Félix, para ocupar este cargo representativo de la tradición bodeguera en la localidad.

La LVIII Fiesta de la Vendimia comenzó con el canto del himno de Andalucía para, a continuación, entrar todo el cortejo de damas y reina en el escenario y ocupar su lugar. El violín eléctrico de María Dolores Muñoz puso la música en este comienzo, aportando toda la sensibilidad que el instrumento era capaz de irradiar en manos de la joven artista.

La música fue uno de los ejes centrales sobre los que giró el espectáculo, en una clara apuesta por los artistas locales. El pasodoble de La Palma, que goza de gran cariño entre todos los palmerinos, lo cantó el grupo local Del Guante, con la voz de Ángela Aguilar, la guitarra de Javier Macarro y el saxofón de Pedro Fernández, y fue escenificado con el baile de Carmen Franco, ya que la danza es otro de los elementos que no podía faltar en la velada.

Durante el acto se puso de relevancia la importancia del edificio al que se le rindió homenaje, que forma un bello conjunto arquitectónico junto con la torre de La Palma, una de las más altas de la comarca. Y esta relevancia vino de la mano del grupo sevillano Gravitta Danza, que deleitó al público con un espectáculo de danza vertical en la torre. Las bailarinas Ellavled Alcano y Raquel López, junto con el técnico de seguridad David Gutiérrez, protagonizaron un baile mientras se deslizaban por las paredes de la torre, bajo el son de las notas musicales. El grupo interpretó Secreto y Fruto de la vida a lo largo del espectáculo.

Otro momento importante fue la coronación de la reina, Miriam Ortiz García, así como la presentación de las diez damas de honor que la acompañaron. El alcalde se dirigió previamente a todo el pueblo de La Palma en un discurso en el que desglosó los pormenores que llevan a la localidad a ser emblema de calidad y tradición en cuanto al mundo vinatero. Manuel García Félix tuvo palabras para todos y anunció que la próxima cita anual de Acevin, la Asociación de Ciudades Españolas del Vino, será en La Palma, por lo que la actividad vinícola de toda España se concentrará en el municipio en el próximo mes de febrero.

Sobre la parroquia y la torre el regidor ensalzó la belleza de las construcciones, que se pusieron en pie con "el amor y el celo desmesurado de aquellos palmerinos del siglo XVII", que no se rindieron ante el devastador terremoto de Lisboa.

El acto de la Fiesta de la Vendimia tuvo momentos clave como la llegada del paso de Nuestra Señora de Guía, patrona de los labradores y campos de La Palma, antes de que naciera el mosto nuevo. Previamente a la llegada del paso de la Virgen, el concejal de Cultura, Pablo Andrés García, presentó a la capataz de honor, a la que hizo entrega de la venencia. Tomás ofreció un sentido discurso en el que supo atraer la atención de todos los presentes, para luego proseguir el acto con el grupo Del Guante, que cantó las sevillanas 'Mi blanca torre', de Pedro Pérez Flores.

Y el punto álgido de la noche se produjo cuando nació el nuevo vino de La Palma y todos los asistentes pudieron corear la frase "ha nacido el vino", tras las faenas de acarreo y molturación que se llevaron a cabo en el mismo escenario, ante la atenta mirada de la Virgen de Guía. Asimismo, antes del nacimiento del nuevo caldo, la uva fue bendecida por el vicario parroquial Cristóbal Robledo Rodríguez.

Casi al final del acto se vivieron momentos muy emotivos, ya que se entregaron distinciones a dos palmerinos muy vinculados a la tradición vinícola en la localidad. Para ello se proyectó un vídeo de Manuel Bellerín Díaz, trabajador en la desaparecida Bodegas Pichardo, donde se le hacía entrega por parte del ayuntamiento de un azulejo, a modo de distinción, por dedicar su vida a la cultura vinícola de La Palma. Bellerín no pudo asistir al acto por su avanzada edad y por eso se le hizo entrega en su domicilio. Sí acudió Pedro Ramírez, que fue empleado de Bodegas Toro y que se ha mantenido muy vinculado al mundo vitivinícola, que recogió emocionado la distinción.

La Feria prosigue hoy por el Real, donde la caseta municipal ofrecerá paella y vino de forma gratuita. Mañana, fiesta local en La Palma, los mayores serán los protagonistas con un almuerzo en la caseta municipal. Los fuegos artificiales pondrán punto y final a la feria en la medianoche del lunes, como viene siendo tradición.

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