Un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo. Todas las fuerzas de la vieja Europa se han unido en santa cruzada para acosar a ese fantasma". Así comienza el Manifiesto Comunista de Marx y Engels. Las palabras del filósofo alemán resuenan nuevamente y cobran plena actualidad en nuestro país, si es que alguna vez dejaron de estarlo. Díaz Ayuso ha decidido emprender la santa cruzada de la que habla. "Comunismo o libertad", ese es el dilema al que se enfrentan los madrileños en las elecciones del 4 de mayo.

Y, como decía, no es algo nuevo. Cada vez que peligran mayorías parlamentarias en este país el fantasma del comunismo sale de su escondite. Pasó cuando la llegada de Julio Anguita a la política nacional podía poner en peligro el gobierno de Felipe González. Entonces el secretario general del PSOE alertó de que venían los comunistas. Algo parecido hizo Aznar. Y en la actualidad la derecha y la ultraderecha hablan de que el gobierno de Pedro Sánchez es un gobierno socialcomunista.

Algo le pasa a los políticos de este país para pensar que los comunistas siguen siendo aquellos monstruos con rabo y cuernos que nos dibujó el franquismo. Parece que la historia de lucha por las libertades y por la justicia social que han llevado a cabo los comunistas españoles no sea tenida en cuenta. Los viejos militantes comunistas han sufrido el exilio, la cárcel, torturas, por el simple hecho de luchar por un país libre. Les debemos un reconocimiento. La lucha por un trabajo digno, por una vivienda digna, por mejorar las condiciones de vida de los más desfavorecidos, por la igualdad y el feminismo, por la educación y la sanidad pública, no sería la misma en España sin la presencia del PCE.

Frente a esta lucha histórica está la derecha, la derecha de la libertad de Ayuso votó en contra de la ley del Divorcio, de la ley del matrimonio igualitario, de la ley de igualdad. Sus socios de la derecha ultramontana niegan la violencia machista, criminalizan el feminismo y la inmigración, desprecian la homosexualidad… Para Ayuso y la derecha ultramontana la libertad es poner la riqueza por encima de las personas, es crear cuentas en paraísos fiscales y privatizar la educación y la sanidad, por no hablar de la libertad del pin parental. Si yo fuese madrileño mi elección estaría clara y que vengan los comunistas.

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