La reunión del Consejo de Ilustres

"Hay que empezar a buscar el dinero para becas, y si hace falta se pagan las prácticas. Tienen que seguir distraídos"

Un humo espeso cubría la sonrisa burlona del mayor del grupo. Apenas abría la boca, oculta dentro de una espesa y amarillenta barba, mientras apuraba un Ducados en caladas compulsivas.

-Pues habrá que hacerlo -aplastó lo que quedaba de colilla contra el metal ennegrecido del cenicero y repitió: Hay que hacerlo. No queda otra.

-Pero… ¿otra vez van a pagar los platos rotos? -apuntó otro de los Ilustres-. Ya es la segunda crisis.

-Claro. Y si funcionó una vez, funcionará dos veces. Esto de la pandemia nos vendrá bien para justificarlo. Diremos que no actuaron con perspectiva, que se equivocaron y que tienen que seguir estudiando… no sé… energías verdes, coches eléctricos y todo eso. Si ya han acabado sus carreras, que hagan otra.

-No me parece bien, señor -confesó el que parecía más joven, ante la mirada atónita del resto del Consejo-. Ya hicimos lo de Bolonia y los másteres…

-¡Y el Erasmus! -interrumpió otro entre carcajadas.

-Señores, muchos llevan estudiando más de 30 años. No van a volver a pasar por el aro ni tampoco es justo. Llevamos diez años prometiéndoles un trabajo digno. ¡Siguen viviendo con sus padres, por Dios!

-Rodríguez, escúcheme -alzó la voz, firme y seca, el fumador. Lo de la vivienda lo hemos debatido aquí demasiadas veces y creo que ha quedado claro. Que alquilen y punto. No se pueden dar hipotecas sin garantías de cobro. Eso es inviable, acordaos de la que se lió por culpa de eso.

-Pero, señor Hernández, si no les damos trabajos dignos cómo van a garant…

-No me interrumpa, por favor -espetó-. Es un tema zanjado. Volvamos al asunto que nos ocupa. Los más jóvenes tienen que seguir estudiando, y los que ya acabaron tendrán que volver a los libros.

-¡O que emigren otra vez! -gritó una voz socarrona.

-Eso es, González. Lo que está claro es que no hay trabajo para todos aquí y, por muy preparados que estén, son los últimos que han llegado. Así que debemos perseverar en la misma idea que hace años. Hay que empezar a buscar el dinero necesario para becas y subvenciones, y si hace falta que incluso se les paguen las prácticas… Lo que sea necesario, pero tienen que seguir distraídos.

-Pérez había pensado en una nueva app que…

-Dejaos de apps, que ya tenemos bastantes. Formación y reciclaje, y quien no lo acepte o no tenga más remedio puede encontrar por ahí miles de puestos de trabajo aún más precarios que los que tendrán.

-¿Y qué hacemos con Andalucía? Ya son más de la mitad los jóvenes que están sin trabajo.

-Allí tienen buen tiempo, no os preocupéis. Dadles fiesta y asunto arreglado.

Las carcajadas retumbaron en la sala mientras el líder del grupo encendía otro Ducados. Tosía, entre risa y risa, derramando sobre la mesa de roble el whisky escocés que había empezado a servirse con su temblorosa mano derecha. O quizás era la izquierda. Tanto da.

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