Torre Pacheco, un aviso

Los enfrentamientos de Torre Pacheco son un aviso grave, pero menor, de lo que puede suceder si se sigue ignorando que hay que gestionar la inmigración. Lo que significa no demonizarla, como hace la extrema derecha racista y xenófoba para ganancia de votos y fomento de la agitación desestabilizadora. Pero tampoco, como hace la izquierda radical o radicalizada, ignorar que plantea importantes problemas que los gobernantes nacionales y autonómicos deben afrontar y gestionar.

Ambas utilizan esta cuestión como arma política. De un lado está el líder regional de Vox, José Ángel Antelo, que ha acudido allí para excitar aún más los ánimos a favor de su partido: “Torre Pacheco –dijo– se ha levantado… Los responsables de estos sucesos son PSOE y PP que han traído a los inmigrantes y han generado esta inseguridad. Ya advertimos de que los españoles se iban a cansar de una inmigración ilegal que muchas veces es la que viola a nuestras hijas y mujeres y agrede a nuestros ancianos y a los homosexuales; no queremos a gente así en nuestras calles, les vamos a deportar a todos”. Añadiendo que “los españoles tenemos la capacidad de defender a los nuestros, para eso estamos aquí”. De otra parte, está la ministra Sira Rego condenando las “persecuciones racistas”, lo que siempre debe hacerse, pero añadiendo que “la ultraderecha y la derecha señalan y sus escuadristas actúan”, utilizando los incidentes para reforzar la estrategia del Gobierno de fundir en único molde fascista y racista a Vox y al PP (l0 que, desafortunadamente, a veces el PP facilita), vinculándolo al escuadrismo de tan siniestro recuerdo en el fascismo italiano.

Si los responsables políticos no gestionan realista y humanitariamente esta cuestión con ese “realismo con ideal” al que apela Javier Gomá; si desde la izquierda se niega la realidad tachando de xenófobo a quien señale la existencia del problema y la necesidad de gestionarlo adecuadamente; y si desde la extrema derecha se lo utiliza para captar los votos del cabreo y el miedo alentados por los bulos y las redes, pero también con algo que ver con la realidad, todo irá necesariamente a peor con consecuencias imprevisibles que irán desde la multiplicación de incidentes violentos y la marginación de inmigrantes al avance electoral de la extrema derecha.