Visiones desde el Sur

Transparencia (III)

A la derecha le importa un bledo los muertos, la falta de trabajo de muchos y el hambre de tantos

Decíamos que el cainismo existente en el Parlamento resulta grotesco. Desde que empezó esta legislatura sostenida con pinzas, loca travesía de diabólicos contrapesos a merced de posibles regalías para unos pocos, quienes, cuando se han visto necesarios se han convertido en poderosos pedigüeños, bisagras necesarias para abrir la puerta del imperio, cuya llave podría resumirse en dos frases: si no me das te quito de en medio, si no me haces caso no te sostengo.

Ahí, se concisa, se condensa, decía, cuanto han de trabajar por los españoles estas señorías imprescindibles, elevadas a la condición de intocables, que tienen agarradas por las gónadas a quienes aparte de gobernar y trabajar duro, como lo están haciendo -y nadie debiera negarlo- en una situación dramática en lo sanitario, en lo social, en los empresarial, en lo económico e incluso en lo doméstico, han de mantener el equilibro de las matemáticas parlamentarias, lo que supone sin duda un tormento inclasificable.

A la oposición todo le resulta fácil, es obvio. Siempre fue así, en todo lugar y momento. No tiene que gobernar, que tomar decisiones, por tanto, nunca se equivoca, y su papel puede reducirse a desgastar a quien manda. Dicho esto, el PP del Sr. Casado no termina de encajar que perdió las elecciones, y piensa, además -lo que es poco democrático-, que el poder les corresponde a ellos y no a unos descamisados y advenedizos como los que nos dirigen en estos momentos.

La derecha entiende que el poder es patrimonio suyo, como la bandera de España, como las Fuerzas de Seguridad, las Fuerzas Armadas o como cualesquiera otras estructuras del Estado, y se equivocan, completamente. Pero esto también es normal, entra dentro de la estrategia de la crispación, esa que importamos de Norteamérica y que tan bien representa en España la Fundación FAES, esa escuela de cachorros neoliberales que preside el político que más ha mentido a los españoles, el Sr. Aznar -que afirmó la existencia de armas químicas en Irak y nos llevó a una guerra o que achacó a ETA lo acontecido el 11-M a sabiendas de que fue Al Qaeda-. De ahí que anden instalados en el insulto personal, en el acoso y derribo continuo. Cuanto peor mejor, es su lema. A la derecha le importa un bledo los muertos, la falta de trabajo de muchos y el hambre de tantos. Si a estas cuestiones le sumamos la falta de una información veraz y el ruido de las redes sociales, pues apaga y vámonos. (…)

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