Tazas de caldo

Más vale que la oposición se fije en los hechos concretos del nuevo Gobierno andaluz y no en los pactos

Estratégicamente, creo que fue un error del PSOE su reiterada alusión a la posibilidad de un pacto del PP con Vox después de las elecciones andaluzas; cuando solo se barajaba para esta última formación uno o dos parlamentarios. Si llegan a pensar que alcanzaría los doce, tal vez hubiera sido casi de lo único que habrían hablado, nombrándola mucho más. El resultado fue que le dieron el alimento que necesitaban para que fuera más conocida como opción alternativa al socialismo. Por eso, sorprende que el PSOE siga centrando tanto su discurso en dicho pacto. Desde luego, aunque públicamente no lo digan, los dirigentes y afiliados de Vox se sentirán agradecidos de que un partido político con tanta proyección como el citado los esté lanzando al estrellato mediático, cuando hasta ahora su plataforma de difusión se limitaba, prácticamente, a los mensajes en las redes sociales. No es comprensible tal táctica si se analiza y reflexiona un poco sobre cómo determinados líderes de algunos países como EEUU, Italia, Brasil, Polonia, Hungría…, han logrado el poder o cuán fuerte se han hecho fuertes organizaciones políticas de extrema derecha, como ha ocurrido en Francia o Alemania. Todos se han aprovechado del descontento, han sabido rentabilizar los efectos negativos de la crisis económica, han señalado chivos expiatorios -con frecuencia, la inmigración; la UE; la pérdida de soberanía; o la falta de autoridad-; han propuesto medidas autoritarias y simples para la resolución de los problemas; y han divulgado noticias falseadas, así como intencionadas provocaciones para generar irritación y pérdida de nervios en sus adversarios, de modo que perdieran los papeles. La radicalización ha sido moneda común en ellos. Además, siempre hay flecos por donde pueden ganar adeptos. Ya el portavoz de Vox dijo en su intervención durante el acto de investidura de Moreno Bonilla, con una dosis de ironía, que estaba hasta el gorro y la gorra del lenguaje inclusivo y, si alguien lo duda, no es ni una persona ni dos las que también afirman que lo están, a las cuales tal declaración les caerá, cuando menos, simpática. Más vale que la oposición se fije en los hechos concretos que hasta ahora vaya produciendo en la acción del nuevo Gobierno andaluz y realice las críticas pertinentes sobre los mismos. Quien avisa no es traidor y se avisa porque de aquí a nada habrá otras elecciones y no vaya a ser que si no se quiere una taza de caldo haya que tomarse dos.

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