Mujer Trabajadora

En la gente de la mar, el matriarcado es lo que predomina, las mujeres tienen que hacerse cargo de todo

Mi figura de mujer trabajadora es una chica que, con 23 años, dejó, tras casarse, su Galicia natal para instalarse en Huelva. Nos remontamos a principios de los años sesenta. Era la primera vez que salía de su región de origen. Nada más llegar a la capital onubense tuvo que enfrentarse sola a la nueva situación. Su marido, patrón de pesca del altura, tuvo que centrarse en sus obligaciones profesionales y ponerse al frente de un barco y permanecer meses en la mar.

En la gente de la mar, el matriarcado es lo que predomina, las mujeres tienen que hacerse cargo de todo, ya que sus maridos pasan la mayor parte de su vida trabajando en alta mar. Ella cogió desde entonces el timón de su casa, y aparte de criar a sus cinco hijos también se hizo cargo de dos de sus hermanas pequeñas, que se quedaron huérfanas de madre a muy temprana edad, una con siete años y la otra, en plena adolescencia.

Hablamos de una época en la que las mujeres no lo tenían fácil y ella, al igual que otras, de manera anónima también ha contribuido a romper barreras. A sus hijos les enseñó valores y los educó en la igualdad.

Desde que llegó a Huelva, hace ya casi sesenta años, permanece al frente del puente de ese barco en tierra que es su casa. Se ha hecho a sí misma. Pertenece al colectivo de mujeres que no tiene horarios, que no es capaz de estar sin hacer nada, ni se coge bajas. Es autodidacta, desde muy joven hace las veces de médico, aún a su edad, de enfermera y de cuidadora cuando es necesario.

En los fogones no hay quien la supere, ya le gustaría a cualquier chef estrella Michelin contar con una clase magistral suya, no hay plato que se le resista. Ni que decir tiene que la empanada es su especialidad, no hay quien la iguale, así como la tortilla de patatas, la mejor, sin duda, es la suya. Sólo la familia y amigos tienen el privilegio de degustar su exquisita cocina y quien lo ha hecho así lo atestigua.

Le hubiera gustado hacer una carrera (le apasiona la historia y el arte) pero no fue posible porque en su época la prioridad era que los hijos varones fueran los que recibieran una formación profesional, que normalmente aprendían de sus padres, de ahí que se esforzó porque sus hijos tuviesen una carrera. No obstante, se formó en corte y confección. Aunque nunca ejerció fuera de su casa, bien podría haber trabajado en un atelier. Es perfeccionista y meticulosa en su costura.

Ella es mi ejemplo a seguir. Va por ti, ojitos grises. Tu lucha es mi lucha, madre.

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