Huelva, Tartessos y el tesoro de Gollum

Hace bien el Ayuntamientoen patrocinar un libro sobre Tartessos. A este paso será lo único que nos quede

No se lo van a creer, pero igual que hay terraplanistas también hay quien cree que El Señor de los Anillos está basada en hechos reales. Vamos, que Tolkien, de alguna manera que se desconoce, supo de la historia de Sam, Frodo, Sauron y los demás y decidió que lo mejor para el mundo era escribirla, dejando para la posteridad el recuerdo de una Tierra Media que, creen las criaturitas de las que les hablo, fue la misma Tierra nuestra, pero hace miles, millones, de años. Un pasado remotísimo que, para gloria de Gandalf, perdura hoy gracias a un libro. En un soberbio alarde de cinismo, el Ayuntamiento de Huelva ha patrocinado la publicación de Milcha, de Huelva a Belén, un libro que divulgará entre los niños el pasado tartésico onubense. Hace bien el consistorio, porque a este paso lo que se diga en los libros será lo único que nos quede de ese histórico legado.

Expectativa versus realidad. Lo que esperamos de nuestros políticos frente a lo que nos dan. Lo del patrimonio tartésico de Huelva podría ser carne de meme si no fuera porque no tiene maldita la gracia. Resulta que tenemos a la vista los restos reales, tangibles, de una civilización legendaria, un patrimonio único en el mundo, y lo que la Junta de Andalucía y la Comisión Provincial de Patrimonio ('La Comisión') han decidido es echarle encima una buena capa de cemento para poder seguir construyendo el edificio (restaurando, dicen, aunque tampoco es que aquello sea Notre Dame), que parece que aquí es lo único que importa. Se amparan en unos informes técnicos que por alguna extraña razón ni enseñan ni explican. Lo hicieron, como lo hacen todo por aquí, con premeditación, alevosía y no sé si con nocturnidad: el pasado 29 de diciembre la Junta declaró inviable conservar los restos del puerto tartésico de Huelva, que serán ocultados de nuevo al mundo tras su "puesta en valor documental". Explica la Junta que esa es la única manera de continuar con el proyecto en el viejo edificio de Hacienda, que debe ser el único en el mundo que no puede cambiarse. Menos mal que Cultura ha dado un golpe en la mesa y ha puesto una condición: que "el valor histórico se conserve en forma de archivo". ¿No están ustedes impresionados con tamaña valentía? Yo aún estoy boquiabierto. La Junta no ha podido evitar que hagan un bonito encofrado del primer puerto de nuestra historia, pero va a exigir que escriban sobre ello, como hizo Tolkien con la Tierra Media. Así, a lo mejor, dentro de unos siglos, tal vez milenios, alguien termina creyendo que realmente aquello existió, que hubo una vez en Huelva un pasado tartésico. Un legado que, como el viejo y triste Gollum con su tesssoro, ni supimos conservar ni quisimos guardar. No nos dio la gana.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios