Cuando recogíamos nuestra acreditación en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva con la documentación que se entrega a los periodistas, nos vimos sorprendidos gratamente con la inclusión del libro Cine cubano de los sesenta: mito y realidad, del crítico y escritor Juan Antonio García Borrero. Y hablo de sorpresa porque en los últimos años el Certamen había interrumpido la vieja tradición de editar libros referentes por lo general a las personalidades homenajeadas. Y así fue desde el principio con directores como Luis García Berlanga, Juan Antonio Bardem, Carlos Saura, Nelson Pereira dos Santos, Luis Alcoriza, Leopoldo Torre Nilsson, Fernando Fernán Gómez, Miguel Littin, Glauber Rocha…

Recuerdo que me llevé al Festival de Figueira da Foz unos cuantos ejemplares para repartirlos entre los colegas. Muchos andaban buscándome, preguntando por el "periodista de Huelva que regala libros de Glauber Rocha", el que más éxito tuvo y en auge en aquella época. Por cierto, acabamos de ver en esta última edición el magnífico documental Cinema Novo, realizado por Eryk Rocha, hijo de aquel genial innovador del cine brasilero que tan espléndidamente se recopila en tan estupendo testimonio cinematográfico.

Pero es que esa valiosa bibliografía, firmada por nombres ilustres de la narrativa y la crítica, incluida la extraordinaria participación de tres premios Nobel -Camilo José Cela, José Saramago y Mario Vargas Llosa-, junto a premios Cervantes y Premios Nacionales de Literatura, integrados en los jurados oficiales -la lista alargaría demasiado esta columna- o en las secciones monográficas y mesas redondas en torno a la Literatura y el Cine, nos mueve a afirmar con todo orgullo que el Festival de Huelva puede presumir de ello y es difícil que otro certamen pueda igualar tan espléndido patrimonio literario. Impagable referencia es el libro dedicado a esta importante faceta de nuestro Festival escrito por Bárbara Yáñez Feria, editado por la Asociación de la Prensa de Huelva.

Muchos son los capítulos que en distintos aspectos del arte, la cultura y la actividad cinematográfica iberoamericana ha prodigado el Festival como el iniciado en los años noventa con el Mercado del Film y los encuentros para la coproducción iberoamericana que reuniera a productores, directores y gentes de la órbita cinematográfica de habla hispano-portuguesa, que auspiciaron las primeras coproducciones -el germen de Ibermedia-, espíritu que ha continuado en esta 42 edición propiciando encuentros como Egeda-Fipca del Audiovisual Iberoamericano, Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales y la Federación Iberoamericana de Productores Cinematográficos Audiovisuales, con la participación de varios países abogando por un fondo para las coproducciones gestionadas desde España. Se trata de consolidar una vieja labor desarrollada desde aquí con la arraigada vocación de constituir un nexo común entre el cine europeo y el cine iberoamericano.