La celebración de la Iglesia Católica donde el niño y la niña participan por primera vez en el sacramento de la Eucaristía es la Primera Comunión, donde se recibe a Jesucristo sacramentado bajo las especies del pan y del vino.

Es uno de los sacramentos de la iniciación cristiana, junto con el bautismo y la confirmación. Pero, ¿qué motiva a una criatura de nueve años a celebrar su Primera Comunión?

En muchos casos son actos sociales más que religiosos y fachadas envueltas de prestigio más que de creencias. Los precios de los banquetes son demenciales, el vestido de la niña casi cuesta lo mismo que el de una novia y no nos olvidemos de los complementos: un animador para después de comer, la decoración de la mesa, el carro de las chuches, la peluquera y los vestidos de colores imposibles de las invitadas. Los hombres sólo tendrán que preocuparse por seguir las indicaciones de la parienta, y sin rechistar.

Tus padres no han pisado una iglesia desde que se casaron pero la comunión la tienes que hacer. Si eres de los pocos que se opone, ya te convencerán con lo de los regalos o te obligarán, pero la mayoría están más que convencidos para asistir a una fiesta donde serán los protagonistas y los agasajarán con muchos presentes.

Quiero resaltar la importancia de este sacramento porque no es un tema baladí; ante la corriente consumista de estas bodas en miniatura, con tarta de cuatro pisos incluida, se ha perdido la esencia de esta celebración.

¿Dónde quedaron esas fiestas familiares donde no importaba lo que se metía en el sobre, ni lo que pensaba el vecino, o si habías conseguido o no contratar al animador de moda? Listas de regalos para niños que no saben qué pedir porque lo tienen casi todo. ¡Farsa de vanidades con pretextos religiosos para el padre y la madre! Pidan su préstamo con el 8% de interés, porque aunque no haya dinero habrá que aparentar.

Esos padres no creyentes acongojados, que se debaten entre celebrar o no la eucaristía de sus hijos, son sometidos a la presión de las súplicas de unos púberes que aún se comen los mocos y que no han visto en su vida una Biblia. Sean fuertes, sean consecuentes, sean considerados y respeten este acto de iniciación cristiana, tanto si el niño quiere hacerlo por vocación o no, por lo que habrá que averiguar sus motivaciones.

Si son los padres y madres los que necesitan un motivo para reunir a los familiares y amigos, quitarle el polvo al traje de chaqueta y estrenar ese bolso maravilloso que estaba en las rebajas a mitad de precio, recuerden esta fecha: el 5 de abril, Día Internacional de la Conciencia. Es irónico que se celebre justo en la época de las comuniones, no podía ser de otra manera.

El vestido de mi comunión pasó por las tres primas que tengo, se le dio a cada invitado una estampita de recuerdo y me regalaron una melódica, una pulsera y un libro de Elige tu propia aventura. Si llego a saber que iba a ser la única vez que vestiría de blanco en una iglesia le pido a mi madre la tarta de cuatro pisos. ¡Feliz jueves!

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