La colmena

Magdalena Trillo

mtrillo@grupojoly.com

Bertín y el zasca del rector

Lo que no se entiende es que la Junta quiera los remanentes de las universidades y lo rechace para los municipios

Me hablan en Granada del discurso del rector de Sevilla en la apertura del curso… y no precisamente por aburrido: ¡tremendo zasca el de Miguel Ángel Castro a la Junta en la cara del consejero de Universidades! Sin levantar la voz. Sin alterar la anacrónica solemnidad de las togas y los birretes.

La culpa la tiene Bertín Osborne… y no precisamente por la anodina entrevista del otro día a Albert Rivera ni por el lamparón en mitad de la barriga que el presentador jerezano lució durante todo el programa -¡qué distracción!-.

La rebelión de los ayuntamientos ha logrado revertir el proyecto del Gobierno para quedarse con sus ahorros pero, en Andalucía, las universidades chocan con la Junta (PP-CS), que está en contra y a favor. A la espera de que llegue el fondo de auxilio europeo, ni en Madrid ni en Sevilla saben ya de dónde sacar liquidez para paliar la pandemia. Bueno, sí coinciden en el atajo: hay que arramblar con las huchas de quienes supieron gestionar y guardar; el lío de los remanentes.

Después de justificar la urgencia social que está significando el coronavirus en Andalucía, de reclamar solidaridad a las instituciones de mayor peso en nuestro sistema público de enseñanza, el destino final de los 135 millones que se quieren intervenir no está muy claro: también la RTVA está en estado crítico y hay que lanzar un salvavidas para reflotar la parrilla. ¿Pero con el dinero del Covid? Hasta Castro se ha indignado con El show de Bertín.

Por mucha explicación y matices que tenga el asunto -que los habrá- el fondo del discurso del rector de la US es incontestable y hasta obligado. Y es más valioso aún que Sevilla haya entendido por fin que no son tiempos para bisbisear con perfil bajo. Que su destino está ligado al de Granada y que, si hay un eje vertebrador que hay que proteger y fortalecer, es el de una enseñanza de excelencia, competitiva y cómplice con el mercado laboral que deben liderar las dos principales universidades andaluzas. Porque la marca importa y el prestigio no se improvisa a golpe de marketing y ladrillos.

Pilar Aranda levantó la voz hace dos semanas cuando se abrió el curso en Granada: son "recortes" y es inexplicable que la misma Junta que rechaza los remanentes de los municipios lo considere "bueno para las universidades". Sentado a su lado también estaba el consejero Velasco. Sin darse cuenta, como le advirtió Castro, de que son "el activo más importante" en el "extenso nombre" de su consejería...

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