Violencia estética: el pan nuestro de cada día

10 de julio 2025 - 03:06

Voy a hacer un esfuerzo de análisis riguroso para intentar comprender la inmensa estupidez que acabo de presenciar en televisión: un anuncio de desodorante para mujeres, por supuesto, porque a los hombres todavía se les permite sudar en paz, y su maravilloso eslogan: una piel fuerte y, agárrense, unas axilas jóvenes. Sí, lo has leído bien: jóvenes. Se ve que ya han colonizado todos los territorios visibles del cuerpo femenino, y ahora han decidido tomar por asalto nuestras humildes y olvidadas cavidades subescapulares. Parece que el envejecimiento de las axilas se ha convertido en una nueva emergencia estética.

Ya no queda ni un milímetro de nuestra anatomía libre del escrutinio cosmético. Han conquistado los poros, los párpados, las cutículas y ahora, en su cruzada contra la dignidad femenina, sólo queda que empiecen a lanzar sérums rejuvenecedores para la piel de entre los dedos de los pies. ¿Te imaginas? “Recupera la tersura interdigital de tu adolescencia”.

Quiero pensar que estaban cubriendo vacaciones en la agencia de publicidad y han asignado el anuncio a un chaval que acaba de salir de la carrera, con su título en una mano y ChatGPT en la otra. Juntos, en una sesión de lluvia de ideas, decidieron que “fuerte” y “joven” eran las palabras mágicas que harían temblar el mercado. Porque claro, ¿qué mujer no sueña con una axila empoderada y de aspecto adolescente?

Y mira que un anuncio de este tipo da para mucho: un universo creativo donde se podría hacer una oda sensorial a la sobaquera fragante, una metáfora de libertad, incluso una pequeña pieza de arte sobre el derecho a sudar. Pero no, se han ido a lo fácil, a lo de siempre, a hacer daño: añadir presión estética a un rincón corporal más de nuestra anatomía.

Según el Informe Anual de Publicidad Sexista del SERNAC, el 35?% de la publicidad digital analizada recurre a violencia estética, cosificando a las mujeres y promoviendo ideales de belleza imposibles de alcanzar. Por otro lado, un estudio del Instituto de las Mujeres en España revela que el 56,7?% de las jóvenes de entre 18 y 30 años siente presión constante por parecerse a los cuerpos que ven en redes sociales, lo que se traduce en malestar, ansiedad e incluso riesgo de trastornos alimentarios. Y, como colofón, el 74?% de esas mismas jóvenes está expuesta con frecuencia a anuncios de cirugía estética en el ecosistema digital, reforzando la idea de que el cuerpo femenino es un proyecto inacabado que siempre requiere “mejoras”.

Me voy al baño a mirarme en el espejo las axilas, a ver si aparentan menos edad. ¡Feliz jueves!

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