Un joven en Andalucía dedica el 72% de su sueldo al alquiler de una vivienda. Más del doble del 30% recomendado por los economistas. No lo digo yo. Lo dice el último estudio del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España (CJE), que muestra que los jóvenes andaluces son los que más difícil lo tienen para independizarse por detrás de los madrileños y los vascos. Y seguimos con datos. Si en 2010 un 53% de jóvenes entre 18 y 34 años vivía con sus padres todavía, en 2019 ese porcentaje subió al 65%. Así que si es de ese pequeño grupo que aún no entiende por qué hoy en día está de moda vivir con papá y mamá a los 30 ¡Sorpresa! Aquí la respuesta.

El mercado inmobiliario deja estupefactos a quienes pretenden comprar o alquilar una vivienda en cualquier ciudad de España. Decía el periodista Miguel Fernández en 20 Minutos que "hoy en día ser joven en España es elegir entre vivir en 25 metros cuadrados sin luz natural a 30 kilómetros del trabajo o la Universidad, o bien compartir piso hasta los 35 años dedicando más de la mitad de tus ingresos a pagar el alquiler", una situación que no solo es propia de Madrid o Barcelona, sino que se observa de manera generalizada en todo el país y resuena a escala continental. ¿Y cuál es la diferencia con otras capitales europeas como París o Londres, donde los alquileres también alcanzan cifras astronómicas? los salarios: casi la mitad de los jóvenes españoles vive con menos de mil euros mensuales.Y mientras, el Gobierno toma medidas insuficientes, temporales o parciales. Ni la congelación en marzo de la subida anual del alquiler al 2% como parte del plan contra la inflación, ni el Bono del Alquiler (que se agotó nada más salir en Andalucía dejando fuera a la mayoría de andaluces) ni una Ley de Vivienda que sigue cogiendo polvo sirven para levantar el ánimo a una generación aletargada que, a pesar de trabajar de sol a sol, no puede optar a una vivienda digna, adecuada a sus necesidades, ni siquiera, yéndose de alquiler. Porque como dice Ana Iris Simón en El País, "Por mucho que los jóvenes cancelemos suscripciones, renunciemos a ir a festivales y nos ahorremos viajes, no nos dará para la entrada de un piso decente en buena parte de España".Con la situación que nos encontramos, lo más fácil es quedarse "arropado" bajo el calor de papá y mamá. Un engañabobos que te enseñará que, a pesar de postergar el momento con el objetivo de"ahorrar", llegará el día en el que tendrás que dar el paso y enfrentarte tú solo a un mundo contra el que te tocará pelear ajustando la cartera a una sociedad que complica, cada vez más, el luchar por los sueños.

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