Habrá a quien le sonará a chino, pero para muchos de los que acumulamos bastante más de tres décadas dando la lata en este mundo un juego llamado Arkanoid nos hacía tremendamente felices. Por su sencillez, por la necesaria destreza que merecían sus pasos de pantalla o porque, simplemente, después de haber logrado que se cargara con éxito (sí, amigos: antes se cargaban los juegos de ordenador en cintas de casette, tal y como lo leéis), eso era un tesoro. Como para despreciarlos estábamos. Entiéndanlo: no había Twitter para pelearnos ni Facebook para criticarnos ni Instagram para parecer lo que no éramos... Antes se jugaba al PC como se podía, se practicaba el fútbol en plena calle, se leían libros de vez en cuando e, incluso, hablábamos entre nosotros cara a cara. Las cosas del pasado.

Pues sí, el Arkanoid, que consistía en evitar que una bola se saliera de la zona de juego rebotándola con una barra para ir destrozando una capa de ladrillos ubicada en la parte superior de la pantalla, era lo nuestro. Con cada paso de nivel había más ladrillos, la bola cada vez iba más rápido y se incrementaban las trampas. A los recreativistas todo esto nos suena de algo. Cada vez que se supera un nivel viene otro más difícil; cada vez que se tumba, milagrosamente, una temporada, llega otra más complicada; y, aunque parezca mentira, cada vez el tiempo corre más rápido. Sobre todo, al final de cada mes de junio, una malísima sufridora costumbre que ya genera miedo y hastío a partes iguales.

Como comentábamos hace una semana, si no pasaba nada raro estos días habría nuevo dueño en el Recre. Pero aquí todo es estrambótico, siempre sale algo nuevo y sorprendente que nos altera la tranquilidad. Siempre hay temas oscuros -algunos hasta necesarios- que nos vuelven locos. Pero, como en el Arkanoid, al final los habilidosos siempre terminan pasando de pantalla, aunque sea con una vida extra (que es lo que el Decano tiene desde 2016) o con el mítico truco de turno. Veremos cuál es el de este año, porque van a hacer falta hasta trucos de magia: no olvidemos que, entre otras miles de cosas, hay que hacer un -buen- equipo…

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios