Cultura

Jazz y guitarra de Huelva: Antonio Esperón

Existen músicos, de esos que no salen en los carteles, de incansable dedicación y trabajo, de labor callada pero que a su vez, tienen mucho que decir. Quizás, todo sin hablar, sin utilizar las palabras, pero desde la forma de expresión de la propia música, que particularmente, es mucho más interesante. Sin alzar nunca la voz, es respetado y admirado por sus propios compañeros, ya que su máximo exponente ha sido durante años su propio trabajo.

Comenzó a tocar la guitarra cuando contaba con unos 16 años de forma autodidacta, como la mayoría de sus compañeros de la época. Muy pronto, empezó a interesarse por el rock, llegando a montar en sus comienzos un trío de guitarras y voces. Después, y ya metido de lleno en la vorágine que suponen las bandas, construyó un grupo junto con un buen número de amigos de la estética del rock andaluz. Nos estamos refiriendo a Onoba, con el cual llegaron a tocar con toda la élite del rock andaluz del momento. Además, compartieron trabajos con Hilario Camacho e Iceberg. Pero su máximo logro fue concursar en TVE, en el conocidísimo programa "Gente Joven", otorgándoles el segundo puesto, quedando los primeros un por aquel entonces desconocido y jovencísimo proyecto musical denominado "Mecano".

A partir de todo el interés que generó en él toda esta etapa, decidió dedicarse a estudiar en el Conservatorio Superior de Música de Sevilla, sugestionándose por el Jazz de la mano de Abdú Salím en primer término, y por otros músicos de Sevilla que también le influyeron. Durante este tiempo, trabajó con infinidad de Orquestas con las cuales, se enorgullece de haber recorrido medio mundo. Su introducción más de lleno en el Jazz le cautivó, poniéndose a estudiar como un poseído, partiendo de una pasión y una satisfacción que pocas cosas le aportaban.

Ha asistido a seminarios con músicos de la talla de Bob Moses, Stan Striklan, u Ho Young Kin. Ha tocado con muchos músicos de Jazz de España y de más allá de nuestras fronteras. Recuerda como en los viajes iba escribiendo en la furgoneta, componiendo antes de los conciertos para después probarlo en el escenario. Ya en aquella época compaginaba sus bolos con otros en muchos bares de copas de Huelva, que estaban empezando a apostar por la música en directo. Coincidió con el guitarrista Sean Levitt, un genio de la guitarra de jazz, con el cual le une una gran amistad.

Posteriormente, y junto al que por aquel entonces era director del Conservatorio Profesional de Música de Huelva y también excelente guitarrista, Antonio Rodríguez, llevaron a cabo un dúo de guitarras con el que realizaron muchos conciertos por toda Andalucía, en Conservatorios de Música y otros centros patrocinados por organismos oficiales.

Actualmente trabaja con varios formatos de grupo. Uno de los más interesantes es el trío que mantiene con un saxofonista portugués y un contrabajista, aunque quizás el que más le motive sea un cuarteto con saxo, bajo, batería y guitarra. Anda también preparando una formación en quinteto de condición hispanolusa, con el cual van a tocar en el Festival de Jazz de Gibraleón. Del mismo modo, sigue impartiendo sus clases que son su día a día.

En cuanto al estado de la música en la actualidad, piensa que todo está sobresaturado de opciones, pero que los más importante, es que hace falta educar al oyente como siempre. Deben saber apreciar y diferenciar la música bien hecha, es decir, separar el arte de lo que es el negocio puro y duro, de vender un producto comercial y que el oyente suele meterlos en el mismo saco. Hace falta mucho más respeto por el arte y por los músicos que lo crean, responsabilizando a los políticos, que deberían de defenderlos y apoyarlos de alguna manera.

Su visión cultural de Huelva estriba en la concepción de que siempre ha ganado lo popular ante lo cultural, y que esto no cambiará hasta que nos organicemos y le exijamos a los políticos cultura de calidad. Por lo tanto, exige un cambio de mentalidad en los políticos, o bien directamente cambiar de políticos que apoyen y se ajusten más a las necesidades reales de la cultura.

Para acrecentar y enriquecer el desarrollo cultural y musical de nuestra provincia, afirma que es preciso crear escuelas públicas para acercar el arte en cualquier estilo musical. Otra de sus reivindicaciones más enérgicas es la petición de la vuelta a Huelva del Festival de Jazz que antaño se organizaba.

Dentro de sus sencillas pretensiones y objetivos en la actualidad, están el hecho de seguir tocando, estudiando y creciendo como músico y como persona. Eso sí, el parámetro más digno de que se siente satisfecho es de poder continuar disfrutando con la música, algo que a muchas luces le dignifica y le hace grande

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