Toros

Higuera, una tarde de toros con encanto

  • Entretenida tarde en la plaza serrana.

  • El sevillano Miguel Vázquez se alza triunfador de la tarde al cortar dos orejas.

  • Ignacio Sabater y Juan Antonio Vázquez cortaron un trofeo

Higuera era un hormigueante sendero de coches. El enclave serrano anunciaba toros y allá que nos fuimos por esas extrañas razones en las que la razón desafía distancias, cansancio y un cartel corto con cuatro erales. La cuestión era que dos de esos novilleros con raíces choqueras hacían paseíllo. Las otras razones son esa gente que el destino brinda encontrarte en Higuera hace muchos años. Abrazo y saludo con ese maestro de la vida y del toreo como es José Luis Parada.Bonito ese no esperado homenaje a la novillera Eva Florencia por esa onomástica de sus veinte años de su debut en esta joyita de plaza que guarda en sus íntimos recovecos la serranía onubense. Guarda esta plaza la ventaja de que si la tarde no viene bien dada en el ruedo siempre queda el recurso de extasiarse con la estampa de verdor que tiene ese monte aledaño que guarda la ermita de Santa Bárbara.Agustín Cruz, el aljaraqueño con buenas maneras se manejó con cierta prestancia ante el abrió plaza. Con mejor trazo, la zurda le dejó mérito a su faena. La espada suya y la inestimable ayuda de un puntillero sin tino dejó aquello en una vuelta al ruedo tras el recado presidencial.Trazo limpio el del muletazo del sevillano Vázquez que le dejo alegría y pasajes estéticos a la tarde manejando bien y con entendido oficio los engaños ante el buen eral de los herederos de Ordóñez. A más por la izquierda.Atinado con los aceros cortó dos orejas. Ignacio Sabater escribió un bonito comienzo capotero. Enjundia y temple a la que respondió valiente el de Cortegana.Un novillo nobletón y colaborador tuvo el de Sevilla y con él juntó muchos pasajes de interés en esa faena que con la pinturería de sus ayudados y el muleteo que enseñó con la izquierda ayudó a dejarle interés a la tarde.La espada, esa asignatura pendiente en los que inician carrera en el toreo le dejó con una oreja en su esportón.Larga cambiada del de Cortegana. Declaración de intenciones con un ruedo sin apenas luz. Humillaba el de Toros de la Plata en los capote veteranos de los subalternos. Violentito y con genio el eral hasta que claudicó a tablas. Valiente el novillero a pesar de ese golpe al mentón. Papeleta nada fácil cuando aún falta oficio. Enseñar valor fue virtud. Vamos Juanillo le dijeron desde el tendido y Juanillo fue de verdad, cobrando una estocada entera para cerrar la ya noche sobre Higuera.

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