Huelva

La unidad de Insuficiencia Cardíaca del Juan Ramón está entre las más punteras del país

  • El servicio hospitalario ha sido acreditado como "excelente" por la Sociedad Española de Cardiología

  • La puesta en marcha de la unidad ha permitido reducir un 41% el número de ingresos

Profesionales de la Unidad del hospital Juan Ramón Jiménez con la distinción conseguida.

Profesionales de la Unidad del hospital Juan Ramón Jiménez con la distinción conseguida. / M. G. (Huelva)

La Unidad de Insuficiencia Cardíaca (IC) del Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez ha sido acreditada con nivel excelente por la Sociedad Española de Cardiología (SEC). Se trata del máximo nivel de calidad concedido por esta sociedad científica y sitúa a esta Unidad de referencia en la provincia de Huelva entre las punteras del país. La distinción con el sello de excelencia viene precedida de un intenso programa de auditoría a la Unidad para acreditar el cumplimiento de rigurosos estándares de calidad asistencial en los ámbitos de la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de esta enfermedad, que afectan a la estructura asistencial y a los recursos dedicados al manejo de esta patología.

Entre ellos, destaca la sólida estructura organizativa asistencial para los pacientes cardiacos onubenses que incluye junto a la Unidad de IC, todos los servicios de primer nivel en Cardiología necesarios para la atención a esta patología. Esto es, Unidad de Arritmias, Unidad de Hemodinámica y Unidad de Imagen Cardiaca (ecografía, TAC y resonancia magnética), además de contar con puestos específicos en Hospital de Día, más allá de la atención al paciente en consultas y en hospitalización convencional.

En paralelo, se cuenta con un programa de derivación precoz a la Unidad de IC desde el servicio de Urgencias y Atención Primaria destinado a pacientes que cumplan determinados criterios clínicos para realizar un manejo rápido de su situación, evitar las descompensaciones y los ingresos hospitalarios.

El objetivo de la Unidad de IC, integrada en el Servicio de Cardiología del centro hospitalario, es llevar a cabo un seguimiento muy estrecho de los pacientes con cardiopatías más graves, que son los que pueden beneficiarse de terapias específicas hospitalarias. En cada caso, se indica el tratamiento más adecuado, bien sea en consulta, hospital de día o en hospitalización convencional, según la complejidad, adelantándose a episodios de descompensaciones más graves que requerirían una asistencia de urgencia.

La importancia radica en que la insuficiencia cardiaca es una enfermedad crónica muy prevalente que constituye la primera causa de hospitalización en personas mayores de 65 años, por lo que adelantarse a los episodios es de gran importancia en la calidad de vida de quienes la padecen, ya que tiene importantes limitaciones físicas e implicaciones en el plano psicológico y social.

La puesta en marcha de la Unidad de IC en los últimos cuatro años ha supuesto la reducción de los ingresos hospitalarios en un 41%, gracias a la valoración y seguimiento muy estrecho de los más de 1.200 pacientes con patología grave que han sido atendidos, unos resultados muy satisfactorios que se traducen en una mejora del pronóstico.

Dentro del espectro de esta enfermedad, un 5% de los pacientes se encuentra en una situación avanzada, con gran deterioro de la calidad de vida, reingresos hospitalarios y mal pronóstico. Para ellos, la Unidad de IC del Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez dispone de un arsenal terapéutico concreto, utilizado en estrecha colaboración con la Unidad de Hemodinámica y la Unidad de Arritmias para algunas técnicas especiales, estando en contacto con la Unidad de Trasplante de referencia, si es preciso.

Si bien los profesionales más implicados en el estudio y tratamiento de estos pacientes son los cardiólogos de las diferentes Unidades mencionadas, también es fundamental en su abordaje otras especialidades (Medicina Interna, Nefrología, Neumología y Medicina de Familia, especialmente), destacando asimismo el rol de la Enfermería especializada en la educación integral del paciente, haciéndole partícipe en el adecuado control de los factores de riesgo, que constituyen una parte fundamental del tratamiento

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