Al más puro estilo de Sherlock Holmes. Con la lupa en la mano y la vista bien clavada en ella. Esa sería la mejor forma de adentrarse en los mil detalles que ofrece el belén de la Hermandad de la Esperanza, realizado por un cofrade onubense y extraordinario belenista, Antonio Quiñones Pérez. No le falta ni un solo detalle y lo que resulta aún más sorprendente, gran parte de estos detalles son de un tamaño minúsculo, cuya confección denota ser muy laboriosa y cuidada.

Canastos llenos de frutas y verduras, sillas, mesas en las que hay botellas y vasos, faroles, puertas, ventanas y cortinas, escobas, carros, chimeneas, bastidores, bobinas y un interminable etcétera de elementos decorativos bien elaborados. Sin ir más lejos, el autor explica que el portal cuenta con "4.500 tejas, 350 ladrillos tallados en corcho y 250 hojas de palmera, todos realizados uno a uno" así como 115 bombillas de iluminación y 60 metros cuadrados de tela "para que la luz no se pierda". Y es que el objetivo de Quiñones es que el público que acuda a visitar su belén no lo haga de una pasada sino que "necesite, al menos, verlo tres veces para empaparse de todos y cada uno de sus detalles", añade.

Un total de 20 metros cuadrados dan cobijo a numerosas escenas que reflejan la época del Nacimiento de Jesús, entre ellas, el mismo Misterio, una alfarería, un puesto de fruta con una vendedora, un panadero haciendo pan en un horno y un herrero. Una de ellas, el taller de bordado, "sirve de homenaje a esas mujeres que a lo largo del año echan horas y más horas bordando para la Hermandad", explica Antonio Quiñones. Asimismo, y haciendo alarde de su espíritu cofrade, este belenista representa también la capilla de la Esperanza en la fachada que hay en el Misterio.

La confección de este belén se ha llevado a cabo en un "tiempo récord", según su creador. "Lo que podía haber durado unos 8 ó 9 meses se han convertido en 3 gracias a la inestimable ayuda de mi hermano Juan Quiñones, de mi padre, y de mi amigo Carlos Gómez", apunta.

Antonio Quiñones aprendió su labor como belenista en su propia casa. "Veía el trabajo que realizaba mi padre y me aficioné desde pequeño -comenta- además, voy a visitar muchos belenes a lo largo y ancho de la provincia y trato de aprender de cada uno de ellos". Desde hace 17 años, "cuando me casé, hago todos las Navidades un belén en mi casa de unos 4 metros y este año además he hecho el de la Hermandad, lo que me hace sentir muy orgulloso y contento, sobre todo, teniendo en cuenta la aceptación y afluencia que está consiguiendo", concluye.

El portal podrá visitarse hasta el próximo 7 de enero en horario de apertura de la iglesia, de 10:30 a 13:00 y de 18:00 a 21:00, de lunes a viernes; y de 18:00 a 20:30, los sábados. Los domingos y los festivos permanecerá cerrado.