El origen del incendio de Paterna se localiza en una finca privada

Un equipo de 90 efectivos del Infoca pasa la noche en la zona afectada por las llamas

La investigación baraja todas las hipótesis pero la intencionalidad pierde peso

El director general de Medio Natural, Ángel Sánchez, sigue el curso del incendio desde el puesto de mando.
El director general de Medio Natural, Ángel Sánchez, sigue el curso del incendio desde el puesto de mando. / Josué Correa
J.m.lugardo / A.u.

14 de septiembre 2019 - 06:53

Todavía los vecinos tienen el susto en el cuerpo y los efectivos del Infoca mantienen la vigilancia sobre el terreno con el corazón bombeando a un ritmo superior después de un esfuerzo titánico de más de 24 horas. El incendio de Paterna del Campo ha quitado la respiración a la provincia de Huelva en los últimos esbozos del verano y, por tanto, del calor que acompaña a la máxima tensión en el espacio verde del suelo onubense.

Todavía se desconocen las causas del incendio y no se descarta ninguna hipótesis, aunque lo que sí apunta es que el origen de las llamas tuvieron lugar en el interior de una pequeña finca privada, según apuntaron a Huelva Información fuentes cercanas a las investigación. Eso sí, lo que menos se baraja a estas alturas es que el incendio haya sido intencionado. Entre las hipótesis de las causas de las llamas –que se barajan muchas– se encuentra el hecho de que haya sido de manera fortuita en un montón de estiércol que haya prendido al cocerse por la propia combustión, o una quema incontrolada de pasto.

Mientras la investigación sigue su curso, 90 efectivos del Infoca y siete vehículos pesados han pasado la noche en la zona afectada con el objetivo de controlar el incendio, que a última hora de la tarde de ayer ya estaba ausente de llama alguna, según informó a este periódico el director general de Medio Natural, Ángel Sánchez.

No fue hasta ayer, minutos antes de las 13:30, cuando el Infoca anunció la estabilización de un fuego que ha dado más de un quebradero de cabeza con la mala consejera de estos vientos del sur. Y aun así casi no se pudo mantener los brazos en alto porque el trabajo no cesó en ningún momento ya que a partir de ahí, se encontraron más de 90 personas haciendo un esfuerzo titánico para lograr el control total de las llamas.

El origen fue en el paraje La Viguera Tujena. Allí, durante la jornada de la tarde del jueves la intranquilidad del fuego accedió a alrededor de unas 1.500 hectáreas aproximadas de perímetro en una carrera durante ocho kilómetros de terreno forestal. Todavía se desconoce la extensión total de la zona quemada ya que hay partes de ese perímetro donde el fuego no ha hecho acto de presencia.

Efectivos del Infoca durante uno de los descansos.
Efectivos del Infoca durante uno de los descansos. / Josué Correa

En la madrugada del viernes empujó el viento con rachas de 30, 35 e incluso 50 kilómetros por hora, poniendo en jaque el terreno y sumando focos secundarios que complicaron la profesional labor de los efectivos. Tal fue la dificultad que el incendio avanzó hacia el sur, dirección del río Tinto, a través de un terreno escarpado y de difícil acceso.

Hasta la zona se desplazaron más de un centenar de efectivos por tierra y aire y sobre las 21:30, al retirarse el sol y su luz, quedaron desplegados 117 bomberos forestales, tres agentes de medio ambiente, nueve vehículos autobomba y dos vehículos nodriza. Ya sin los 25 medios aéreos –sólo con el número se denota la importancia del incendio– (seis del Ministerio) que hicieron sus labores durante toda la jornada de tarde. La madrugada del viernes no cambió el color de la situación.

El viento puso el termómetro de la dificultad muy arriba y provocó numerosas reproducciones sobre el terreno. Sin embargo, el buen hacer de los efectivos llevó a que el incendio se pudiera perimetrar al 90% cuando la intensidad daba un respiro a la espiral de las llamas. Un total de 130 profesionales, 8 vehículos pesados y una decena de medios aéreos fueron los encargados de hacer frente al fuego en los primeros compases de la mañana de ayer. Ahora la labor se ha centrada en refrescar la zona y vigilar todo el perímetro para que se controle el suceso cuanto antes.

Las horas de preocupación del alcalde del municipio

“Más tranquilo. Ya pendiente de las últimas noticias que nos llegan desde coordinación”. Son palabras del alcalde de Paterna del Campo, Juan Salvador Domínguez, en los últimos instantes de la tarde de ayer. Momento en el que ya no había llamas en la zona afectada por el fuego y cuando los efectivos del Infoca ya trabajaban para el control del suceso. “Acaban de decir que están en el paso previo a la extinción, están en el control absoluto del incendio pero que aún no lo dan por extinguido”.

A esas hora ya respiraba algo más el alcalde del municipio onubense ya que “el susto ha sido importante” debido a la velocidad que habían alcanzado las llamas “y cambiando continuamente” la orientación del progreso. “Menos mal que fue a sur porque si va para el norte se nos va prácticamente todo el término forestal”.

El alcalde socialista se enteró del suceso el jueves a través de la llamada del delegado territorial de Medio Ambiente, Álvaro Burgos, que le llamó sobre las 15:30 “y me puso en conocimiento que había un conato y que en cuanto se estableciera el punto de control que me lo iba a comunicar”. Las horas de cansancio también se acumulan para un alcalde que espera cuanto antes la extinción absoluta del incendio. Domínguez ha dormido poco en las últimas horas. El mismo jueves estuvo hasta última hora del día en el puesto de control y regresó a primera hora de la mañana de ayer para recorrer el perímetro de la zona afectada en el coche “y estando alerta todo el tiempo con el teléfono”.

El alcalde también estuvo acompañado en la jornada de ayer por el coordinador del Grupo Parlamentario de Huelva y senador, Amaro Huelva, y el parlamentario andaluz Mario Jiménez, que quisieron apoyar a su compañero de partido.

También señaló el alcalde de Paterna que cuando pasa algo así el pueblo “suele estremecerse y pasar por unos momentos de nerviosismo, de preocupación y de intriga porque la gente no conoce cómo han quedado alguna de sus pertenencias”.

stats