Juan Pérez Mercader | Cientifico e investigador

“Es necesario defender los valores en todo lugar”

  • Experto en física aplicada a la astrofísica trabaja en el Instituto de Santa Fe donde trata de explicar el origen de nuestro universo

El científico Juan Pérez Mercader en una visita reciente a Huelva.

El científico Juan Pérez Mercader en una visita reciente a Huelva. / Alberto Domínguez (Huelva)

Se despertó su pasión investigadora cuando vio a su hermano que movía un triciclo de metal con un cohete de pólvora. Onubense convencido y en ejercicio permanente, habla con esa misma pasión del espacio, de Doñana y de la justicia social. Trabaja en Estados Unidos, colabora con la NASA, en la Universidad de Harvard, nombres míticos en la formación de alguien más pegado al sueño de ser alguien que ama Huelva porque es aquí donde están sus raíces, lo que realmente es.

–Es un motivo de orgullo ver a un onubense que triunfa fuera, pero también da un poco de pena que no lo haya podido hacer aquí, ¿no le parece?

–Yo me fui de España en 1973 y no volví hasta finales de 1983, aunque vino un par de veces en ese periodo. Me alegro una barbaridad de haberme quedado. Tuve la oportunidad de trabajar con gente en Estados Unidos, con instituciones como Nasa, el Laboratorio Nacional de Los Álamos o el Instituto de Santa Fe; hice amistades científicas y personales. Cuando terminé, quería volver a mi investigación y eso podía hacerlo en un contexto como el que tenía en Estados Unidos.

–¿No le hubiera gustado desarrollar ese trabajo en España, o realmente no era posible?

–No tenía la capacidad de atraer talento que tenemos en Estados Unidos, ni la ocasión de hablar con los colegas como los que hay en otros sitios. Hay razones puramente científicas, por lo que no considero que mi caso sea uno de ellos llamados ‘fugas de talento’; en absoluto.

–¿Cómo es investigar en Estados Unidos, en plena era Trump? Lo digo porque hemos pasado de los negacionistas de la evolución, a los antivacunas y ahora a los terraplanistas.

–En todos los lados cuecen habas; aquí tienes al cura de Coria.

–En cualquier caso, en Estados Unidos conviven la investigación más vanguardista y puntera, con concepciones muy atrasadas.

–Existen, pero estás aislado de todo esto. Yo trabajo con mis colegas entre los que hay de todo, gente con la que te llevas mejor y otras peor. Ahora tenemos un presidente que es Trump y no voy a decir nada más. En el mundo de la ciencia tenemos a gente que tienen que ver con los no evolucionistas sobre los que tampoco voy a decir lo que pienso, pero tus colegas no son así. Hay muchos científicos en Estados Unidos, cientos de miles y todo el mundo el mundo es más que profesional. Seguro que hay envidias y navajazos, como en todas las profesiones y en todos los lugares del mundo.

–Usted habla del progreso, de la tecnología, de la ciencia. ¿Por qué no le damos el valor que merece?

–Yo creo que sí se le da valor, aunque este ha ido cambiando en muchos lugares del mundo.Ahora nos encontramos en una crisis de valores, donde a la ciencia no se le ha dado el valor que tiene con el ya famoso que inventen ellos, es mucho más complicado de dar la vuelta a esa situación. Para la ciencia, es necesaria la cultura del sacrificio, ya que los científicos no somos unos pirados que vivimos en un laboratorio todo el día encerrados. Todos estamos extraordinariamente motivados y vocacionales. Lo que interesa es hacer ciencia en las mejores condiciones posibles. En este país el sistema productivo está muy disociado de algunos de los valores que se enseñan en la universidad, como el valor de la investigación, tiene una respuesta muy compleja y tiene que ver con muchos factores; el tamaño del país, las prisas.

–¿Cómo convence a un chaval para que se pase años estudiando e investigando si lo que quiere ser es influencer o salir en la televisión?

–Lo que tienes que hacer es que el chaval no tenga esos valores y eso se mama en casa.

El profesor y científico Juan Pérez Mercader en una visita reciente a Huelva. El profesor y científico Juan Pérez Mercader en una visita reciente a Huelva.

El profesor y científico Juan Pérez Mercader en una visita reciente a Huelva. / Alberto Domínguez (Huelva)

–El colegio está para formar, el educar es para otras esferas.

–Soy un defensor de la educación, me da igual dónde se haga. Lo que sí defiendo es que hay que enseñar a la gente en los valores, ya sea en el autobús, en la piscina o en los periódicos o donde quieras.Los valores hay que defenderlos siempre.

–A los astrofísicos les ha hecho muy populares una serie de televisión, Big Bang Theory. ¿La ha visto?

–No la he visto nunca. Jamás he visto ningún capítulo.

–¿Los científicos serios no ven esas series?

–No me lo han mencionado, no es tema de conversación entre nosotros.

–¿Ha visto la imagen del agujero negro que se ha difundido recientemente?

–He visto la imagen, sí. Tampoco me llama la atención especialmente. Yo sabía lo que había ahí.

–Pero ahora han visto lo que nunca habían visto hasta ahora salvo en el papel.

–Efectivamente.

–¿Cómo se consigue eso de imaginar cosas que jamás han visto, ni probablemente verán?

–Con las matemáticas.

–¿Están en el origen de todo?

–Son la representación todo.

Stephen Hawking tenía razón.

–Él no se imaginó los agujeros negros, lo hicieron otros antes de que él naciera. El trabajó mucho en las propiedades del espacio-tiempo cerca de los agujeros negros. Cuando alguien se imagina un agujero negro, cuenta con una serie de ecuaciones que traslada a representaciones geométricas y ve algo parecido a lo que se ha visto en la foto. Lo importante es que ésta está muy ligada a la imagen matemática. Son distintas maneras de ver e imaginar lo mismo.

–Es decir que cuando usted lo vio dijo algo así como “esto ya lo sabía”.

–No, pasé la página.Vi que era un colega mío de Harvard, había otros en algunos lugares del mundo, gente que conozco y me alegré por ellos.Eso ya sabíamos que iba a ser así. Ahora tenemos los datos para visualizarlos. Esas técnicas van a servir para investigar más allá de los agujeros negros.

–Hay una cosa que me llama la atención de su curriculum. Habla del espacio y trabajó en una cosa tan terrenal como Doñana.

–Hubo un accidente y me invitaron a que presidiera la junta rectora de manera momentánea después del accidente. Lo hice por mi condición de andaluz. Los seres humanos somos así.

–Usted habla de la vida. ¿Viviremos mejor o lo haremos más años y en peores condiciones?

–Esa respuesta tiene muchas vertientes, la científica y la sociológica. El otro día me preguntó alguien que cuando deje de trabajar –algo que no pienso hacer nunca– qué me gustaría haber conseguido. Yo dije, tras pensarlo porque estaba en otro hemisferio del planeta, que lo que me gustaría es ver un mundo más feliz, las justo, donde le principio de igualdad de oportunidades realmente existiese, donde la riqueza se repartiera y donde la gente viviese realizada y libre.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios