Entrevista a Manuel Mojarro | Presidente de Atena

Manuel Mojarro: “Hay muchísima gente de Huelva que no ha visitado Doñana”

  • Señala que o se toman medidas “drásticas” para conservar los recursos del Parque o su imagen “nunca va a poder recuperarse”

  • Dice que la Sierra roza el 90% de ocupación en verano

Manuel Mojarro, presidente de Atena, momentos antes de la entrevista concedida a este periódico.

Manuel Mojarro, presidente de Atena, momentos antes de la entrevista concedida a este periódico. / Rafa del Barrio

Es amante de la naturaleza desde que era pequeño. Sus juegos se basaban en buscar anfibios y reptiles, e ir ver pájaros gracias a que se crió en un entorno marcado por el medio ambiente. Su referente siempre ha sido Félix Rodríguez de la Fuente, una cuestión que le ha llevado a trabajar como educador ambiental en Marismas del Odiel. Hoy lleva hacia delante Wild Doñana, una empresa que ofrece a los visitantes rutas de naturaleza y de observación de flora y fauna. Manuel Mojarro lleva el medio ambiente en las venas y actualmente es el presidente de la Asociación de Empresarios de Turismo de Naturaleza de Doñana (Atena), perteneciente a la FOE, y recientemente ha sido nombrado secretario de la Asociación de Ecoturismo de España.

–¿Ha hecho mucho daño el coronavirus al ecoturismo?

–La realidad es que al principio de la pandemia, las previsiones para este subsegmento, y que ahora está muy emergente, del ecoturismo eran muy halagüeñas. En Huelva, si nos vamos a la ocupación de la Sierra es espectacular, está cerca del 90%, mientras que los hoteles de la Costa, por desgracia, están al 40%, en la Sierra todo lo que son chalés, casas rurales, sobre todo las que tenían piscina, que han sido las más demandadas, la ocupación es altísima. En esta situación la gente ha preferido buscar la tranquilidad, un entorno aislado y natural, no tener contacto con otros clientes en los alojamientos y en ese sentido el ecoturismo entendido como un turismo relajado en entornos naturales y saludables ha sido beneficiado. Eso no quita que nuestras expectativas, quizás, no se hayan cumplido y por cómo está la situación la gente en España no esté viajando todo lo que nos esperábamos al principio.

–¿Había más expectativas?

–Sí, pensábamos que después del confinamiento la gente tenía muchísimas ganas de viajar pero bueno, bien sea por el miedo a los rebrotes o porque tras la crisis sanitaria lo que se nos ha venido es una crisis económica pues a lo mejor la gente no está con tanta predisposición a gastar y no está habiendo tanto movimiento de viajeros internamente a nivel nacional como nos esperábamos. Pero aun así, dentro del turismo general, el turismo de naturaleza está sufriendo menos que el resto.

–¿Cómo está funcionando el destino Doñana en verano?

–No está mal. Las actividades están yendo bien, con una ocupación buena. Los coches de las visitas al interior del Parque están saliendo lleno, si bien a lo mejor no están poniendo tantos coches como en veranos anteriores, pero las empresas están contentas.

–¿De qué manera ha incidido la Covid-19 en las empresas de actividades y experiencias?

–En general, las actividades complementarias relacionadas con el turismo de naturaleza y el turismo activo no va mal. Estamos teniendo ocupaciones buenas, la gente sabe que cuando realiza una actividad o una visita pues tiene que cumplir una serie de medidas sanitarias y no están poniendo problemas. Con eso estamos contentos. En mi caso personal, que organizo rutas de naturaleza para la observación de fauna y rutas de senderismo, a pesar de que para mí el verano es temporada baja porque estoy enfocado en el turismo extranjero, pues estoy notando un poco más de movimiento que en veranos anteriores, con respecto a turistas nacionales.

–Las masificaciones, o están prohibidas o están mal vistas por la opinión pública, ¿cree que estamos en el momento idóneo para que el ecoturismo se posicione en un lugar prioritario para los visitantes?

–Sí, no sólo la lógica dice que es el tipo de turismo más recomendable en estos tiempos de pandemia, sino que además las Administraciones públicas deberían de promoverlo porque es una forma de poder seguir manteniendo la economía activa reduciendo al máximo las posibilidades de contagios y rebrotes.

–¿Podemos decir que la mayor virtud del subsegmento para su promoción es que apenas tiene estacionalidad?

–Sí, es lo bueno del ecoturismo. Se puede realizar en cualquier época del año porque cada época tiene su parte atractiva. Y ayuda a desestacionalizar la temporada de verano. Está claro que hay que fomentar ese tipo de turismo fuera de temporada.

–En Huelva tenemos tres enclaves naturales que son fundamentales e imprescindibles: Doñana, la Sierra y Marismas del Odiel. ¿Los onubenses saben reconocer o valorar los tesoros medioambientales que tiene la provincia?

–Cada vez más gente sí. Hasta hace unos años pues quizá la mayoría de la gente desconocía los valores ambientales de su propia provincia. Pero creo que la gente está más concienciada y va otorgando el valor que tiene esta joya natural en la provincia. Hay que recodar que un tercio de la provincia tienen alguna forma de protección y que tiene varias reservas de la biosfera. Hay muy pocos sitios en España con esta riqueza y este nivel de conservación. Verdaderamente es un atractivo y punto a favor de nuestra provincia para el turismo, que todo el que nos visita queda agradablemente sorprendido de la naturaleza que hay en Huelva, de cómo entre los complejos turísticos hay muchos kilómetros de bosque, de marismas, de campiñas, de Sierra… verdaderamente es un lugar privilegiado.

–Llama la atención que el mercado mayoritario sea el internacional. Hay onubenses que ni siquiera conocen Doñana.

–Sí, eso es algo que pasa en todo el mundo. Que lo que se tiene más cerca muchas veces es lo que menos se conoce porque no se valora. Pero ya digo, que eso ocurre con el patrimonio natural o con el histórico-cultural aquí, en Nueva York o en Australia. Es normal que la población local, muchas veces, no conozca los atractivos turísticos que tiene más cerca. Hay muchísima gente de Huelva que no ha visitado Doñana teniéndolo al lado de casa.

–¿Se trabaja de algún modo para conseguir que los onubenses sean un nicho de mercado?

–Se ha trabajado con las Administraciones, con el Patronato de Turismo, en su momento con el Parque, que se organizaban visitas dirigidas a la población local. La Diputación ha comenzado el programa Conocer la Provincia para ayudar a que la gente de Huelva conozca lo que tiene cerca. Desde Atena lo que hemos realizado en los últimos veranos es un programa de visitas para población desfavorecida del entorno de Doñana y que se llama Vacaciones Solidarias, aunque este año por las circunstancias no lo hemos podido desarrollar.

–¿Hace falta una mayor educación medioambiental en los colegios enfocado en la naturaleza local?

–Está claro que hay que seguir trabajando muchísimo con toda clase de colectivos, no sólo con el escolar, que es el principal, por supuesto. Pero también con las asociaciones de vecinos, con mayores, amas de casa… hay que trabajar con todos porque el respeto hacia el medio ambiente no es algo exclusivo de que lo tengan que desarrollar los pequeños sino que es importante para todos. Muchas veces la educación ambiental viene marcado por el desarrollo económico, que cuanto mejor va la economía más nos preocupamos por cosas externas a nosotros, como es el medio ambiente. Es cierto que la crisis de 2008 supuso un parón muy brusco en todo lo que habíamos avanzado durante los 30 años anteriores en educación ambiental. A finales de los 90, que veías que había un respeto por todo el mobiliario de uso público pues de nuevo, a raíz de la crisis volvió el vandalismo, ejemplo de que la concienciación ambiental había dado un paso para atrás. Desde entonces se ha ido avanzando mediáticamente, cada vez está más presente en los medios de comunicación todo lo que es el ecoturismo, el turismo de naturaleza, el ornitológico. Y a la gente le empieza a sonar cuando se habla de aves y naturaleza en los medios de comunicación y en redes sociales. Ya no sólo se habla de vida salvaje en los documentales de La 2. Y eso hace que poco a poco la concienciación vaya aumentando.

–Las ferias turísticas se han suspendido todas estos meses a causa del coronavirus. ¿De qué manera se está trabajando para esa promoción que no se ha podido hacer?

–El tema de la promoción es cierto que está bastante parado. Están surgiendo iniciativas alternativas como las ferias virtuales, pero de momento no vemos que tengan demasiado tirón. A eso habrá que darle una vuelta de tuerca o inventarnos algo diferente para el futuro porque parece ser que de aquí al futuro todo va a ser mucho más telemático y virtual.

–¿Cuál es el perfil del ecoturista que llega a Huelva?

–El perfil, en general, es de urbanita. Es de una persona con un nivel cultural medio-alto, que viene de grandes urbes. Fundamentalmente de Madrid, Cataluña y País Vasco, sobre todo. Aunque como la concienciación va aumentando el abanico se va abriendo. Ya recibimos ecoturistas de cualquier sitio de España, de pueblos y ciudades. Internacionales también. El ecoturismo lo que tiene es que cada uno se organiza su viaje fuera de los grandes touroperadores, con lo cual en cualquier época del año. En la Sierra, por ejemplo, hay muchos franceses, británicos, y también de Suecia, Suiza, Alemania… en esta época del año muchas familias. Aunque también vienen parejas. Después, a nivel económico, hay de todo porque hay alojamientos muy económicos. El rango de precios para poder disfrutar de los entornos rurales es muy grande con lo cual no hace falta tener mucho dinero para hacer ecoturismo. De hecho ahí están los campings, que es lo más económico.

–WWF sacó un informe que enumeraba 40 problemas ambientales que amenazan Doñana, ¿qué opinión tiene al respecto?

–Al hecho de que han surgido nuevos destinos de ecoturismo en las últimas décadas en España pues también a la vez las amenazas sobre Doñana iban en aumento. Eso ha hecho que la imagen de Doñana se viera muy afectada negativamente y haya personas que hayan decidido que no venían a conocer Doñana. Indudablemente las amenazas siguen ahí. Se está trabajando desde la Administración en poder paliar algunas de ellas pero lo cierto es que o se toman medidas drásticas para poder conservar los recursos naturales de Doñana o la imagen nunca va a poder recuperarse y no va a poder seguir siendo el destino de naturaleza más afamado y aclamado de toda Europa.

–Entonces, está de acuerdo con el informe.

–Comprendemos que todos los sectores son importantes dentro del desarrollo económico de un territorio pero está claro que hay que hacerlo dentro de una forma sostenible. Que no amenace los recursos naturales porque va en contra de la propia supervivencia de esas explotaciones que ahora mismo están generando un impacto en el medio natural. De continuar la situación así, en el futuro todas esas actividades no van a poder seguir desarrollándose porque no van a tener recursos.

–Se refiere a la agricultura, a la sobreexplotación de los acuíferos...

–Sí, a la agricultura, al turismo de masas... sobre todo la explotación de los acuíferos afecta al equilibrio natural del Parque y eso evidentemente afecta a la imagen turística. Lo más importante es que tenemos que conservar el recurso natural del cual dependemos y una vez que aseguremos su supervivencia podremos seguir explotándolo de una forma sostenible, pero lo primero es lo primero.

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