Huelva

El Infanta diagnostica casi dos cánceres de piel al día en un año

  • La patología es una de las que más fácil puede evitarse gracias a la detención precoz y la prevención

  • El melanoma, el menos frecuente, representa el 90% de los fallecimientos

Una intervención quirúrgica ante un cáncer de piel en el Hospital Infanta Elena.

Una intervención quirúrgica ante un cáncer de piel en el Hospital Infanta Elena. / M.G.

Es casi una contradicción. El cáncer de piel es el más frecuente en todo el mundo y a su misma vez es uno de los que más fácilmente pueden evitarse. Aunque esto último se debe a que esta enfermedad es visible y así puede detectarse en una fase temprana para su tratamiento, también es verdad que la concienciación ciudadana acerca de la radiación ultravioleta –que es una de las principales causas– queda lejos del conocimiento necesario de la prevención y la exposición adecuada al sol. El calendario subraya la jornada de hoy como el Día Mundial contra el Cáncer de Piel. Y la llegada de las intensivas jornadas costeras en el escenario estival sirve como buen justificante la recomendación de no exponer la piel de una manera excesiva a los rayos ultravioleta. No solo del sol sino también en las cabinas bronceadoras con el sello artificial.

Los datos están ahí. Según la Delegación de Salud, en relación al Hospital Infanta Elena, en el periodo comprendido entre mayo de 2018 y mayo de 2019, en la Unidad de Dermatología de este centro se diagnosticaron 620 cánceres de piel en total, es decir, casi dos al día. De todos estos, 18 son melanomas, que es el tipo de cáncer de piel menos frecuente pero el más peligroso –es el responsable del 90% de los fallecimientos por esta patología–. Puede afectar a personas de cualquier edad –en otro tipo de cánceres de piel lo normal es que aparezcan en personas de más de 50 años– y aparece de distintas maneras , por ejemplo, manchas pigmentadas que se vuelven oscuras, e incluso puede expandirse de manera interna por lo que es una necesidad tratarlo lo antes posible.

Algunos de los otros tipos de cáncer son el carcinoma basocelular, que es el más común pero a su vez el menos peligroso, que se presenta como un bulto de color en la piel y que si no se trata puede llegar a ulcerarse e invadir tejidos en profundidad.Eso sí, no produce metástasis como el melanoma. También está la queratosis actínica, que se presenta en forma de manchas de color marrón-rojizo con escamas y de tacto áspero o rugoso; y el carcinoma espinocelular, que aparece en aquellos lugares que han estado expuestos al sol de forma prolongada.

La exposición excesiva a los rayos ultravioleta penetran en la piel y la daña, aunque sus efectos pueden verse mucho tiempo después. Desde la Unidad de Dermatología del Hospital Infanta Elena advierten que el número de cánceres de piel diagnosticados están aumentando, “probablemente mucho más de lo que reflejan las estadísticas dado que muchos no se recogen en los registros de cáncer”. La curación tiene una tasa alta pero al haber una baja concienciación muchos de los cánceres se detectan más tarde de lo que se podría.

Esta concienciación pasa por que la ciudadanía conozca que el daño que producen los rayos ultravioleta es proporcional al tiempo y la intensidad al que uno está expuesto, donde la consecuencia, en el mejor de los casos, es la aparición de arrugas en la piel, además de su envejecimiento. Eso sí, la exposición al sol es buena pero en pequeñas dosis debido a que los rayos ultravioleta estimulan la producción de vitamina D3. También hay que reseñar que el daño que el sol causa en la piel es permanente. Las quemaduras desaparecen pero el daño ya está hecho.

La prevención es sumamente importante ante cualquier circunstancia y más si cabe antes de exponerse al sol. Así, desde la Unidad de Dermatología aconsejan no exponerse de manera “brusca, intensa y directa al sol” y especialmente entre las 11:00 y las 15:00. Asimismo es imprescindible usar protectores solares con un factor de protección alto, utilizarlo media hora antes de exponerse al sol y volver a echarse crema cada dos horas. La piel también puede sufrir quemaduras solares cuando el día está nublado. Por otro lado, ante una luz solar intensa la ropa es la mejor protección, y mejor una camiseta que prendas sin mangas, y de tono oscuro antes que claro.

Por último, no hay que olvidar que el riesgo de desarrollar cáncer de piel “se establece principalmente durante la infancia y la adolescencia. Una única quemadura solar con ampollas en la infancia aumenta más del doble las posibilidades de que una persona desarrolle un melanoma a lo largo de su vida”.

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