Crisis del coronavirus

Disparidad de criterios en las hermandades ante el piadoso acto del besapiés al Cautivo

  • Todas las imágenes estuvieron expuestas ante los devotos

El Cautivo de San Pedro.

El Cautivo de San Pedro. / Domínguez (Huelva)

La cita ineludible de la Cuaresma, como es la devoción al Cautivo el primer viernes de cada mes, se celebró un año más en la capital. Había cierta incertidumbre en saber cómo estos actos piadosos se desarrollarían como consecuencia de los consejos que, desde distintos estamentos, se han venido realizando como medidas preventivas de cara al coronavirus.

Lo que estaba seguro es que ninguna de las hermandades o parroquias que exponen sus imágenes en esta tan señalada jornada, iba a faltar a esta cita con los fieles. Lo más habitual es que se optó por dar libertad a los fieles a realizar el acto de respeto ante el Señor de la manera que ellos quisieran: bien con el tradicional besapiés, bien con un gesto de reverencia. Así sucedió por ejemplo en los casos del Nazareno, la Humildad y el Prendimiento.

La Esperanza anunció el pasado jueves, que cancelaba el besapiés para sustituirlo por una señal de reverencia ante el Señor de la Expiración. En otros casos, como el Cautivo de San Pedro, la parroquia optó por instalar un macetón y una mampara ante los pies de la imagen de manera que se hacía imposible el besapiés.El Obispado no había estipulado ningún tipo de normativa de cara a este tipo de actos o para las celebraciones eucarísticas dejándolo a criterio de hermandades y parroquias.

Precisamente ayer, la Conferencia Episcopal emitió una serie de recomendaciones que pasan por retirar el agua bendita de las pilas a la entrada de los templos, no estrechar la mano como signo de paz en las misas o sustituir el besapiés de imágenes religiosas, por una inclinación del cuerpo, pero ha subrayado la importancia de mantener los templos abiertos.

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