El notable incremento de la actividad quirúrgica en el hospital Vázquez Díaz ha acarreado que haya una sobrecarga de trabajo para una plantilla que se encuentra bajo mínimos, según se denuncia desde el Sindicato de Enfermería Satse. Tal es así que una enfermera tiene que cuidar de hasta 29 pacientes que se encuentren ingresados.

La situación surgió el día 6 del mes pasado. Esa es la fecha en la que comenzaron -tres veces por semana- las sesiones vespertinas de operaciones quirúrgicas dentro de lo que se denomina Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA). Especialidades como Traumatología, Oftalmología u Otorrino envían pacientes para ser sometidos a intervenciones en sus cuatro quirófanos.

El propósito es aliviar la situación en la que se encuentran las listas de espera para operaciones quirúrgicas, en lo que también ha contribuido la menor actividad que se deriva al hospital Blanca Paloma.

En la gran mayoría de los casos se trata de operaciones en las que los pacientes pueden irse a sus casas el mismo día. La cosa cambia cuando la intervención quirúrgica se realiza por la tarde. Eso obliga a que haya pacientes que tengan que pasar la noche ingresados. En previsión de ello, el Complejo Hospitalario de Huelva (CHH) procedió a la ampliación de la Unidad de Estancias Cortas (UEC) u hospital de día, incrementando el número de camas de 17 a 29.

La precariedad, sin embargo, de la dotación de plantilla ha levantado las alarmas. El presidente de Satse-Huelva, Antonio Botello, comenta que las enfermeras han de encarar una enorme presión asistencial y que son testigos de las carencias con las que se realiza este tipo de actividad.

Botello explicó que "a partir de las 15:00 los médicos se marchan; sólo queda un internista pendiente de las personas que aún están ingresadas por si surge alguna complicación. Hay casos en los que, si aparece alguna contrariedad en el estado de salud, no se le puede dar de alta al paciente y son las enfermeras las que tienen que tramitar el traslado hasta el Juan Ramón Jiménez para que allí examine al paciente el especialista de guardia. Una vez allí puede ser que se le dé el alta de manera inmediata -aunque entra por Urgencias- o que sea subido a planta".

El hospital de día del Vázquez Díaz dispone, por lo tanto, de dos enfermeras por la mañana - salvo dos días a la semana, cuando una de ellas ha de desempeñar sus funciones en el Infanta Elena- y una auxiliar. Por la tarde y por la noche hay una enfermera y una auxiliar de Enfermería que proceden del Infanta y del Juan Ramón respectivamente en ese último turno.

Por las tardes, las "enfermeras dependen de la buena voluntad de los cirujanos o especialistas que quieran pasarse por allí para ver cómo siguen sus pacientes o que llamen por teléfono para interesarse por ellos, aunque no hay nada protocolizado. Sólo el oftalmólogo tiene la costumbre de visitar a los niños que ha operado".

Otra carencia denunciada es que no se cuenta con un anestesista de guardia. Cuando llegan a planta, los recién intervenidos lo hacen con residuos de la anestesia, cuando no tenía que ser así, y no "se les ha aplicado criterios de reanimación". Tampoco hay quirófanos de urgencia ni equipo de guardia, de manera que la dependencia del Juan Ramón Jiménez es total; "incluso para hacer una analítica, las muestras tienen que ser enviadas al Juan Ramón a través de un celador-conductor".

Aunque todas las intervenciones del Vázquez Díaz se realizan dentro del ámbito de la CMA, desde el día 20 del mes pasado se hacen, asimismo, intervenciones de vesícula, más propensas a presentar complicaciones y por las que ya se han tenido que realizar dos traslados al Juan Ramón.