La comarca de Doñana tendrá un depósito subterráneo de gas natural

Huelva reforzará su peso en el mercado del gas natural en los próximos años. A la ampliación de la planta de Enagás tiene en el polígono Nuevo Puerto se suman otras infraestructuras, como la posibilidad de construir una segunda regasificadora en Palos de la Frontera, un gasoducto entre Huelva y Almendralejo y un almacenamiento subterráneo de gas natural entre Almonte e Hinojos. Estas infraestructuras contribuirán a que la provincia sea clave en la distribución de una fuente de energía que se expande a marchas forzadas, de forma que para 2016 de la provincia partiría el mayor flujo de gas natural si se cumple la planificación estatal.

El aumento de las infraestructuras gasistas va unido al fuerte crecimiento del uso del gas natural, especialmente en la generación de energía eléctrica pero también en su uso doméstico. Según las previsiones estatales, para el año 2016 el gas supondrá el 18% del consumo de energía final total.

En ese escenario, Huelva jugará un papel clave en el aprovisionamiento y distribución del gas natural. En cuanto al primer capítulo, a la casi inexistencia de yacimientos de gas natural en el país (sólo se cubre un 3% de los aprovisionamientos con ellos) se le suma la escasez de almacenamientos para garantizar la demanda ante posibles interrupciones de un suministro dependiente del exterior. Por ello, la planificación estatal contempla la puesta en marcha de al menos seis almacenamientos subterráneos de gas natural que se unirán a los dos que ya están en funcionamiento, incrementando sus reservas estratégicas de gas natural tal, reservas que por otra parte también permitirán ajustar la oferta y la demanda en los momentos en los que haya picos de esta última, por ejemplo, en invierno.

Uno de esos almacenamientos se situará en la provincia de Huelva, concretamente bajo la comarca de Doñana. Se trata del almacenamiento Marismas, que aprovechará yacimientos naturales de gas situados entre Almonte e Hinojos. En estos yacimientos naturales, que han demostrado su estanqueidad durante millones de años pero que ya se han explotado, se inyectará gas natural. El almacenamiento estará conectado con la red nacional de gas de modo que pueda emplearse el gas almacenado en el momento en el que sea necesario.

Este almacenamiento está promovido por la empresa Gas Natura, que está realizando los estudios de viabilidad y prevé invertir unos 120 millones de euros en su puesta en marcha, entre 2012 y 2014. Será mediano en cuanto a su capacidad (600 millones de metros cúbicos) y según gas natural su utilización no supondrá una restricción de usos en la zona "puesto que la superficie que se ocupa es mínima y los gasoductos para conectar con la red nacional sólo requieren una servidumbre de paso". A este almacenamiento podría sumársele en un futuro otro en el Golfo de Cádiz, denominado Poseidón y también contemplado en la planificación estatal. En este caso, es la empresa Repsol la que está ejecutando los estudios previos, con los que determinará si se utiliza como almacenamiento subterráneo o cabe la posibilidad de que siga explotándose el yacimiento (ya en desuso) porque todavía exista gas.

Además del almacenamiento subterráneo, la planificación contempla una gran ampliación de la planta de Enagás en el Polígono Nuevo Puerto, que será la segunda del país en capacidad de emisión en el año 2015. En los últimos años, la planta onubense se ha ido ampliando con la construcción de dos tanques más para el depósito del gas natural licuado (GNL, estado líquido del gas en el que se transporta en los metaneros) y el aumento de su capacidad de emisión de gas natural, que se ha triplicado. En total, en la actualidad, la planta tiene capacidad para almacenar 460.000 m3 de GNL y 1.350.000 m3 (normales) /hora de capacidad de emisión.

Para el año 2015, la planta aumentará todavía más esos valores. Por ahora se está tramitando la construcción de un quinto tanque de almacenamiento, que sólo necesita la autorización administrativa del Ministerio de Industria para empezar a construirse (con un coste medio para este tipo de infraestructura de cien millones de euros). Para el año 2015 Enagás contará con un sexto tanque de 150.000 metros cúbicos de capacidad, con lo cual llegará a contar con depósitos para 760.000 m3 de gas natural licuado. Cuando cubra esta fase, ligada en sus plazos de desarrollo a la puesta en marcha de los almacenamientos Marismas y Poseidón, la planta de Huelva será la segunda del país en capacidad de emisión, e incluso podría subir más si se retrasa el arranque de los almacenamientos subterráneos.

Pero el peso de Huelva en el mercado del gas podría incrementarse aún más si se construye finalmente la planta de regasificación que Energía y Gas de Huelva (del grupo Villar Mir) quiere construir en Palos de la Frontera. Se trata de un proyecto que en principio estaba ligado a la construcción también de una nueva central de ciclo combinado, con tres grupos de 400 megavatios de potencia cada uno (los mismos que la central de Unión Fenosa). Junto a ellos se planteaba la construcción de una regasificadora con dos tanques de almacenamiento y una capacidad de emisión de 600.000 m3 (n)/hora, de forma que podría abastecer a los ciclos y poner a la venta gas para el mercado general.

Esa regasificadora, con una inversión prevista de 228 millones de euros, se encuentra en la actualidad pendiente de la declaración de impacto ambiental y vuelve a incluirse en la planificación de los sectores de la electricidad y el gas 2008-2016, por lo que de momento no está descartada.