Huelva

Nueve meses de cárcel por romper reiteradamente el alejamiento de su expareja y vejarla

  • Se considera probado que insultó repetidamente a la víctima

Interior de las instalaciones de la Audiencia Provincial de Huelva.

Interior de las instalaciones de la Audiencia Provincial de Huelva. / Alberto Domínguez (Huelva)

La Audiencia Provincial de Huelva ha condenado a un hombre a nueve meses de cárcel y cinco días de localización permanente por quebrar reiteradamente la orden de alejamiento y comunicación que le pesaba frente a su expareja llegando a vejarla en varias de estas ocasiones. La sentencia estima parcialmente el recurso presentado por el condenado contra la dictada por el Juzgado de lo Penal número 3 de Huelva que le imponía 15 días de localización permanente por un delito de vejaciones injustas que rebaja hasta los cinco por entender que es la que corresponde conforme a ley.

Mantiene, sin embargo, el resto de pronunciamientos, como la pena de 9 meses de cárcel por un delito de quebrantamiento de condena, con la agravante de reincidencia, y la no suspensión de la pena de prisión ni de localización permanente.

Se considera probado que el acusado fue condenado en agosto de 2018 por un delito de amenazas sobre la mujer a las penas, entre otras, de prohibición de aproximación a menos de 100 metros a su expareja y de comunicarse con ella durante 16 meses.

El día 15 de octubre de 2018 el acusado fue condenado como autor de un delito de quebrantamiento de condena ya que el día 13 de octubre incumplió las penas indicadas, siendo condenado a la pena de 4 meses de prisión que fue objeto de suspensión durante dos años.

Pese a eso, sabedor de las consecuencias que tenía ponerse en comunicación o aproximarse a la mujer, el acusado, consciente y voluntariamente el 27 de octubre de 2018 le remitió un mensaje por la aplicación Messenger con el mensaje "la más farsa del mundo" y diez fotografías de los hijos que tienen en común.

El 19 de mayo de 2019 sobre las 22:20 la mujer recibió una solicitud de amistad de la red social Facebook respecto a al acusado sin que se haya podido probar quien envió dicha solicitud.

Por último, el 21 de mayo la perjudicada acudió al colegio de los menores a recoger a uno de ellos pensando que el acusado no iría ese día y de forma totalmente casual se encontraron allí iniciándose una discusión en la que el acusado le dijo a la perjudicada expresiones como "puta, guarra" y al ver que llamaba a la Guardia Civil le decía "llama, llama a la Guardia Civil".

El agente que contestó envió al lugar de los hechos a una patrulla que conminó a la mujer a que fuera al cuartel de la Guardia Civil a interponer la correspondiente denuncia.

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