Huelva

La raza de Miranda gana la tarde

  • Se lidian ocho toros en una tarde en la que apenas quedó espacio para el lucimiento

David de Miranda con uno de los trofeos logrados en la tarde que cerró Colombinas.

David de Miranda con uno de los trofeos logrados en la tarde que cerró Colombinas. / Alberto Domínguez (Huelva)

Ocho toros y tres horas largas de festejo pueden suponer un aliciente fácil para el aburrimiento mas ayer el festejo se fue llenando de cositas toreras poco a poco hasta hacerse fácilmente digerible para el tendido. Tuvo Romero un excelente ejemplar en forma de toro noble y con ritmo con el que trenzar una faena que alcanzó cotas altas con un veterano en plaza: Guajiro. El fue esa amalgama con la que Andrés cimentó un triunfo muy legitimo en este que abrió plaza. Los prolegómenos del marsellés en mano a porta gayola y el buen tono de Chaman en el tercio final remataron el acto con una justísima oreja después de un rejón muy efectivo.

Frente al quinto otro buen toro de Capea Romero mostró brillantez a lomos de Fuente Rey y Kabul, pura elegancia ambos pero sin duda la pasión la puso Jerjes en esas levadas que despertaron al tendido. Buena tarde en conjunto del de Escacena.

Ponce y el primero de Juan Pedro se entendieron a la perfección en el recibo capotero. Bien el de Chiva y colaborador el toro humillando con estilo en el engaño. Mas lo que enseñó el toro en esa suavidad también llevaba debilidad y falta de energía y ahí se perdió la pasión de una faena que debería haber encontrado muchísimo eco pero que solo deja las ganas del torero por cuidar al toro con la muleta a media altura ante la falta de poder. Pena porque Ponce remató con tres poncinas que tuvieron gusto esta faena. Una casi entera en lo alto remató el acto con una leve petición.

Enrique Ponce puso toda su voluntad ante un flojo lote. Enrique Ponce puso toda su voluntad ante un flojo lote.

Enrique Ponce puso toda su voluntad ante un flojo lote. / Alberto Domínguez (Huelva)

Elegante Ponce a la verónica frente a su segundo y gran puyazo de Palomares a un toro que se arranco de largo. Puso mas raza Ponce que el juanpedro parado, reservón y sin clase con el que se encontró en la muleta. Faena de detalles y decisión que no encontró acompañante.

Nunca ha sido fácil para Castella calentar al publico de esta plaza sin embargo el estoico comienzo muletero que se gastó ayer el francés supuso uno de los momentos de la tarde cuando en un palmo de terreno trajo, llevó y despachó por cinco veces el viaje del juampedro sin mover las zapatillas del albero. Tuvo despaciosidad y relajo esa templanza con la que Castella administró por ambos pitones la noble condición de un toro muy medido de combustible pero que le sirvió a Castella para mostrar su disposición. Toda el agua que había en el pozo la sacó a cubos Castella quien antes había mostrado también un inicio decidido con esas chicuelinas abierto el compás en el centro del ruedo. Espadazo desprendido que aun así le valió su primer trofeo en la tarde.

Castella se quedó sin enemigo en la tarde de ayer. Castella se quedó sin enemigo en la tarde de ayer.

Castella se quedó sin enemigo en la tarde de ayer. / Alberto Domínguez (Huelva)

Otra vez de nuevo en el séptimo Castella se quedó sin toro. Otra la misma falta de raza para embestir y con las facultades nulas para acometer. Las ganas de un torero sin el argumento del toro. Las tima porque hubiese gustado ver a este Castella valiente y decido con un toro en condiciones.

Ya hubo que tragar saliva con Miranda cuando el triguereño ni se inmutó con el toro parado a dos centímetros de la cintura ejecutando un quite con el capote a la espalda. El toro no se había dejado en el recibo capotero pero en estas aya andaba mostrando algo de mas fijeza y el lance calentó al tendido. Bien Muriel y Pereira con los palos. Honrado a carta cabal el de Trigueros frente a un toro que apenas dejo posibilidades en la muleta con esa condición de un ejemplar muy apagado en cuanto a físico. Apenas una serie y después las ganas, el estar en el sitio y demostrar que no ha perdido sitio. Estoconazo grande que tira sin puntilla logrando una oreja.

Frente al que cerró plaza Miranda volvió a poner la raza en una faena donde no se aburrió a pesar de que las condiciones del toro no le dejaban concretar en esa ligazón necesaria. Suyo fue el merito de insistir hasta vaciar lo que había dentro del de Juan Pedro y el remate de un estoconazo a ley le llevó a coronarse como el triunfador del festejo.

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