Huelva

Lo que la Virgen de Rocío trae a su pueblo de Almonte durante nueve meses

  • Casi 30 negocios abren en la localidad con ocasión de la estancia de la Blanca Paloma en su pueblo

  • Hoy se inician las peregrinaciones de las hermandades filiales de la Matriz

Almonte respira de otra manera desde la Venida de la Virgen del Rocío. El pasado 19 de agosto la Blanca Paloma emprendió su particular camino a su pueblo desde la aldea marismeña y desde el día siguiente reina en la iglesia parroquial irradiando su luz a sus devotos, tanto almonteños como foráneos que se acercan a rendir tributo a la Patrona de la localidad condal aclamada en el mundo entero. A partir de este domingo, además, se inician las peregrinaciones extraordinarias de las hermandades filiales de la Matriz de Almonte.

Este acontecimiento religioso, que se vive de forma muy intensa por parte de todos los rocieros, está trayendo consigo consecuencias directas a los vecinos de Almonte, que se vuelcan en los actos marianos y en atender al devoto que llega de fuera con sus mejores galas. Así las cosas, el impacto económico de la estancia de al Virgen se traslada en la apertura de un considerable número de actividades comerciales y de hostelería en la localidad, con nuevos bares y establecimientos que han comenzado su andadura al amparo de la Virgen del Rocío.

Así lo indica Pedro Roldán, presidente de Apyme Almonte, que calcula que se han abierto en torno a ocho bares y entre 15 y 20 establecimientos comerciales, entre los que destaca la apertura de floristerías para hacer ofrendas a la Virgen. Igualmente, las tiendas de regalos y recuerdos tienen un hueco importante en este boom comercial, sin quedarse atrás las de modas y complementos, que amplían su horario comercial en respuesta a la afluencia de personas que transitan por el centro de la localidad, donde se sitúa la parroquia que acoge a la Patrona.

Pero Roldán va más allá y explica que además del aumento del turismo religioso, que propicia el incremento de la actividad comercial y hostelera, los trabajadores del sector de la pintura han visto aumentar considerablemente sus horas de trabajo sobre todo antes de la venida, ya que los vecinos engalanan sus casas y calles y no escatiman en pintar fachadas enteras para recibir a la Virgen “como Ella merece”.Uno de los elementos decorativos más imponentes es el de la catedral efímera que estará instalada en la plaza de la Virgen del Rocío durante los nueve meses que la Patrona permanecerá en su pueblo. Este monumento temporal es también motivo de visita para vecinos de todas partes y turistas, poco acostumbrados a ver una estructura de este tipo.

En este sentido, la medida también busca fidelizar al visitante, que “se sienta a gusto” en Almonte. Por ello Roldán señala que desde la asociación de empresarios se está promoviendo “el punto de información turística”, donde el comerciante y el hostelero estén bien informados de los hechos particulares que atañen a la venida y al centenario de la coronación, así como al Año Jubilar en el que se está inmerso y ofrecer todos esos datos al visitante y consumidor, que “queremos que esté bien atendido”, explica.

Por su parte, la edil encargada del Plan Venida, Macarena Robles, indica que la repercusión es sin duda “favorable” y que el ambiente que se respira en el pueblo es “estupendo” con “el buen tiempo y las calles adornadas”, que seguirán así hasta la próxima semana.

Otros negocios que ve incrementar su actividad es el de los alojamientos y transporte, con la llegada de tours turísticos en autobuses, y, aunque todavía no se puede cuantificar, como aclara Robles, los hoteles de Matalascañas han visto aumentar su ocupación, así como los del Rocío y otras localidades del Condado, ya que Almonte carece de una oferta amplia de plazas hoteleras. Por tanto, la repercusión alcanza a toda la comarca, que además también acusa la llegada de turistas a bares y mesones de localidades cercanas, como Bollullos y La Palma.

Vecinos de estas localidades también acuden a visitar a la Blanca Paloma en una morada a la que solo es posible acudir cada siete años. Tal es el caso de Chari, que vino a Almonte desde La Palma para ver a la Virgen y disfrutar del ambiente. El “tenerla más cerca” ha propiciado que esta palmerina devota haya venido hasta la parroquia cuatro veces desde que la Reina de las Marismas está en Almonte. Un pueblo que Chari comenta “está precioso”, y que la ha llevado a disfrutar de cenas con amigos o de tomarse un café en cada visita a la Virgen. “Voy a verla y rezo la salve”, comenta, ya que le tiene mucha fe. Por supuesto no piensa perderse la procesión de la Patrona almonteña por la localidad antes de la vuelta al Rocío en el mes de mayo.

Lo mismo le ocurre a Enrique que también ha venido varias veces a ver a la Virgen desde que está en Almonte y que llega acompañado por su madre desde Benacazón. “Es muy emocionante” señala a este diario mientras su madre asiente para afirmar que “la fe de la Virgen mueve montañas”, y que todavía le quedan muchas visitas a la Reina marismeña. Enfrente a la plaza por la que van los devotos a rezarle a su Madre, María del Rocío, de Mazagón, toma un café con unos amigos y explica que ha hecho el camino del traslado acompañándola a Ella y que fue “una experiencia única”, mientras disfruta de un “ambiente precioso” en Almonte, lo cual refrendan los amigos que están a su lado.

En otra mesa de un bar cercano, en la misma plaza, unos amigos de la localidad toman un café, son José Manuel, el hijo de la camarista de la Virgen, y Manoli, que hablan de “ese sentir diferente” de los almonteños mientras su Patrona está en su pueblo. “Cuando salimos al médico o a comprar cambiamos el camino para entrar en la Iglesia y verla”, cuenta Manoli, que explica que cuando empiece el colegio, los niños se llegan a ver a la Virgen “antes de la hora de entrada y también a la salida”, algo que harán “durante todo el tiempo que esté en Almonte”. José Manuel señala que la localidad “se ha movilizado mucho” para la venida y que “hay mucha más gente” que la última vez. “Desde las ocho de la tarde van llegando personas para coger hueco en la Iglesia para rezarle la Salve”, que se celebra cada día a las diez de la noche hasta que después del verano cambie a las nueve, indica Manoli, para subrayar que las celebraciones litúrgicas como bodas y bautizos son mucho más profusas que en otras épocas del año. Y es que lo que no consiga Ella, no lo consigue nadie.

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