La primera parada fue la residencia de ancianos de la calle Artesanos del barrio de Santa Marta. Desde bien temprano, los más mayores esperaban con júbilo y alegría a los reyes, mientras el coro Voces del Conquero entonaba el popular villancico "Ya vienen los Reyes Magos". Seguidamente, la comitiva se desplazaba a la Hermandad de Emigrantes, donde repartieron regalos entre los más pequeños quienes, con una sonrisa difícil de disimular, saludaban a los magos. Minutos después, los Sus Majestades ponían rumbo hacia la residencia de discapacitados María de Nazaret, donde desfilaron entre todos los residentes para regalar dulces y caramelos.

A las 10:30 horas le llegaba el turno a la residencia de las Hermanitas de la Cruz. Tras un rezo por los ancianos que viven, el Rey Melchor quiso destacar la labor de las monjas de la asociación, pues "dotan de una gran calidad de vida a nuestros mayores". Los compromisos continuaban y la residencia de ancianos Teresa Journet era la siguiente parada donde, debido a las grandes dimensiones y a la cantidad de residentes, fue una de las visitas más extensas. En este sentido, los familiares de los ancianos tampoco quisieron perderse este momento, haciendo de este momento uno de los más entrañables del itinerario de los Reyes Magos.

Posteriormente, la comitiva acudió a los hospitales Vázquez Díaz y Juan Ramón Jiménez. En ambos centros, Sus Majestades procedieron a repartir los regalos entre los pequeños hospitalizados. "Para ellos es el gran momento del año", señaló Rafael López, subdirector de enfermería. Finalmente, la residencia Virgen del Rocío y el centro social de La Orden serían los últimos destinos para unos Reyes Magos que esperan con muchas ganas el encuentro con todos los onubenses durante la cabalgata.