Llegaron sin hacer ruido, pero acudieron puntualmente a su cita frente a las puertas del Ayuntamiento, la primera que se incluía en su agenda para la jornada de ayer y la que dejaba claro que Los Reyes Magos ya estaban aquí.

La ilusión inundó desde primeras horas de la mañana la Gran Vía, donde como ya es tradicional Melchor, Gaspar y Baltasar recibieron a los más rezagados en escribir sus cartas y también a aquéllos que han preferido no enviarlas por correo para entregárselas personalmente. Aunque tampoco faltaron los que simplemente quisieron ver, saludar e incluso hacer entrega de algunos regalos a los Magos de Oriente, que hoy recorrerán las principales calles de la ciudad.

Javier fue uno de los más pequeños, que desde bien temprano esperaba frente al Ayuntamiento mientras agarraba como si de un triunfo se tratase el dibujo que reservaba para Melchor. "Le he traído un regalo porque son muy buenos", decía casi sin parpadear, para no perder de vista ni un solo instante a los Reyes. Como él otros tantos pequeños, a los que les costaba cerrar la boca al acercarse a los Magos, a pesar de que no eran capaces de pronunciar palabra alguna.

La magia de la ilusión se repartió a lo largo de la jornada por las diferentes barriadas de la capital. La sonrisa de los niños no tiene precio y eso se dejó sentir en Viaplana, donde la Asociación de Vecinos del barrio celebró una convivencia para los pequeños más desfavorecidos, que no se quedaron sin jugar, reír y revolotear y tampoco sin los regalos que la solidaridad de estos días hacen posible que lleguen a sus manos .

En la antesala del día grande de la magia de estas fiestas, los Reyes también se acercaron hasta Isla Chica, donde entregaron personalmente los 'deseos del árbol' de la barriada, una iniciativa impulsada por el comercio de la zona con la que se ha intentado hacer realidad los sueños de grandes y pequeños, a través de 10.000 tarjetas estrella en las que los vecinos han plasmado lo que piden a SS MM de Oriente. Los afortunados sólo pudieron ser tres, pero fueron numerosos los que disfrutaron de una fiesta que inundó de colorido uno de los barrios más populares de la capital.