Huelva

La Diputación cerró el año pasado con un superávit de más de 17 millones

  • La institución se nutrió de un préstamo equivalente y una inyección de 117 millones provenientes del Estado, la Junta y la UE · El creciente gasto en personal superó los 50 millones · La deuda pública se sitúa en 11,3 millones

Un saldo de números azules, pertrechado por malabarismos financieros y una inyección de 117 millones de otras Administraciones. Con un superávit de 17 millones se cierra la liquidación presupuestaria de 2010 que la Diputación Provincial de Huelva ha puesto sobre la mesa del Ministerio de Economía y Hacienda. A diferencia de lo que le ha ocurrido a una veintena de ayuntamientos onubenses, la institución que preside la socialista Petronila Guerrero cumple con este balance el calendario que marca la Ley de Economía Sostenible, vigente desde marzo, para que las entidades locales sigan cobrando con normalidad los anticipos por la cesión de impuestos estatales.

El cuadrante de gastos e ingresos arroja casi 172 millones en derechos liquidados, frente a 154,8 en obligaciones reconocidas netas, manteniendo la deuda pública de la Diputación en 11,3 millones.

Las transferencias corrientes (aportaciones del Estado, la Junta y la UE para sufragar determinados servicios y subvenciones) son la principal fuente de ingresos del ente provincial, sumando 98,6 millones de euros, cuyos nutrientes fundamentales son el Fondo Complementario de Nivelación, la PIE (Participación en los Ingresos del Estado) y los convenios con el Gobierno autonómico para la prestación delegada de servicios, como es el caso, por ejemplo, de la ayuda a domicilio o el plan de drogodependencias.

En segunda instancia, el caudal de la Diputación llega de los ingresos fiscales: en 2010 se recaudaron 33,5 millones de euros entre impuestos directos, indirectos, y tasas. En este último apartado destacan los casi 10 millones provenientes del servicio de tratamiento de residuos sólidos urbanos -el tributo conocido como ecotasa-, aparte de lo que obtiene esta Administración por el uso de sus instalaciones deportivas como el polideportivo Las Américas o el Estadio Iberoamericano de Atletismo, el Muelle de las Carabelas, el Foro de La Rábida, la venta de libros, la tasa del Boletín Oficial de la Provincia y el convenio de asesoría jurídica con los ayuntamientos.

Las transferencias de capital (financiación que aportan otras entidades públicas con destino a inversiones y obras) superó en este periodo los 19 millones de euros, que en buena parte fueron a parar a los planes provinciales, las mejoras en carreteras, caminos rurales, servicios sociales, el Plan Hidrológico o los proyectos europeos de desarrollo local y sostenibilidad.

En operaciones de crédito, la Diputación ingresó el año pasado 17,7 millones de euros. Colchón, pues, fundamental para esta liquidación positiva, si bien, como contrapartida, llegaron a pagarse 6,5 millones en intereses. Las amortizaciones de préstamos y devoluciones de fianzas sumaron 5,8 millones.

Según los datos que maneja el Ministerio, los ingresos patrimoniales de la Diputación (por intereses en cuentas, arrendamientos de fincas rústicas y urbanas y aprovechamientos agrícolas y ganaderos), ascendieron en este ejercicio a 1,6 millones; y los activos financieros agregaron 480.060 euros por incorporación de remanentes de ejercicios anteriores.

En la otra cara de la moneda, la de los gastos, casi un tercio de los pagos de la Diputación fue fagocitado por un creciente capítulo de personal: la institución destinó 50 millones de euros a más de un millar de trabajadores, entre funcionarios, personal laboral, las cuotas de la Seguridad Social, formación, fondos sociales y en torno a 1,5 millones de euros para las retribuciones de altos cargos y asesores.

Casi el mismo volumen se asignó a los bienes y servicios, donde el gasto corriente consumió 47,2 millones. En este ámbito se incluyen desde alquiler de edificios (con el plato fuerte del Hotel París, nuevamente en la picota), suministros de luz, teléfono…, renting de coches oficiales y vehículos para el personal técnico, contratos para la prestación de servicios, estudios y trabajos técnicos, etc. Ese montante sirvió para sufragar los servicios sociales comunitarios, el tratamiento de residuos, la Oficina 079, las actividades de la Presidencia, la Unidad de Gestión de la Rábida -el mantenimiento del Foro Iberoamericano, el Muelle de las Carabelas y el Jardín Botánico Celestino Mutis-, el Archivo y las publicaciones, la programación cultural del verano -como el Foro y el Castillo de Niebla-, los programas de juventud, los de igualdad y eventos deportivos. Entre otras actividades, se enmarcan aquí los costes de las actuaciones en materia de drogodependencias, el plan de control de plagas o el de energías renovables.

Más de 15 millones, en el capítulo de transferencias corrientes, se dirigieron a ayudas extraordinarias de financiación de los ayuntamientos y a las subvenciones y convenios que la Diputación mantiene con mancomunidades, fundaciones culturales, ONG, entidades deportivas, colectivos de asistencia humanitaria y cooperación para el desarrollo. Al margen, la transferencia de capital (con destino a inversiones de terceros como, entre otros, el Parque Científico y Tecnológico de Aljaraque o el Patronato Provincial de Turismo) supusieron a esta Administración un desembolso de 6,2 millones de euros.

Figuran en esta liquidación 23,4 millones en inversiones reales en obras en carreteras, caminos rurales, reformas en los pequeños municipios de la provincia, programación de cultura y deporte, y las gestiones para el impulso del proyecto del aeropuerto 'Cristóbal Colón', promovido por la Diputación junto a la Cámara de Comercio.

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