Hospital Infanta Elena

Día de la Enfermería en Huelva: La enfermera, madre y maestra

Isaac Florido, enfermero de la consulta de Urología del hospital Infanta Elena.

Isaac Florido, enfermero de la consulta de Urología del hospital Infanta Elena. / Josué Correa (Huelva)

Madre y docente en una misma figura. No hay dos términos que resuman mejor a la enfermera, en cuyo ADN reside la capacidad de tender la mano a toda persona que lo necesite. La vocación de servicio, la empatía o la habilidad para transmitir conocimientos son algunos de los rasgos de una profesión que, con el paso de los años, ha ganado autonomía, independencia y protagonismo, si bien aún tiene por delante varios retos a los que hacer frente. José María Romero, Ana Gómez, Estela Gómez e Isaac Florido, todos enfermeros del hospital Infanta Elena, se citan con Huelva Información en el Día Internacional de la Enfermería (12 de mayo) para hacer balance de sus trayectorias, así como para conversar acerca de los pasos dados por la profesión y de los desafíos aún pendientes. 

La pasión por las ciencias de la salud impulsó a José María Romero a estudiar enfermería en Huelva, ciudad donde estos estudios gozaban de gran prestigio en lo que a orientación profesional se refiere. Para este enfermero de la consulta de pacientes crónicos complejos del hospital Infanta Elena debe haber "una vocación previa, pero también hay una posterior que se va desarrollando con el tiempo". En sus 35 años como profesional de la enfermería, Romero ha percibido en la profesión una evolución "que se entiende en que en el proceso de salud y de la enfermedad no se trata solo de aplicar la ciencia biomédica, pues estamos trabajando con personas". Es por ello que, prosigue, "ya puedes administrarle el tratamiento más eficaz del mundo, que no servirá si no hay una respuesta adecuada del paciente", de ahí que "las enfermeras estemos para ayudar a las personas". 

No tan claro lo tenía Ana Gómez, supervisora de enfermería en la UCI del Infanta Elena. "Realmente empecé a estudiar la carrera por una equivocación a la hora de matricularme, pero con el tiempo supe que era lo mío". Considera que "todos tenemos la base para ser enfermeros, pero necesitas hacerte enfermera" porque "va más allá de la administración de un tratamiento", dado que "es lo más parecido a ser una madre que está cuando estás enfermo, cuando necesitas compañía, cuando pides ayuda o cuando requieres de la administración de un medicamento".

José María Romero, enfermero de la consulta de pacientes crónicos complejos. José María Romero,  enfermero de la consulta de pacientes crónicos complejos.

José María Romero, enfermero de la consulta de pacientes crónicos complejos. / Josué Correa (Huelva)

"Sí o sí" quería ser enfermera Estela Gómez, del área de Educación Diabetológica. Tanto es así, que llegó a repetir Bachillerato para conseguir la nota suficiente para formarse en Huelva. Mira hacia atrás y recuerda el primer día que se puso el pijama que le acreditaba como profesional de enfermería. Tan maravillada estaba por ello que su pensamiento fue "¿y encima me van a pagar por llevar a cabo mi pasión". 

Compartía un sueño con su compañero Isaac Florido, de la consulta de Urología del Infanta Elena. "Desde pequeñito tenía vocación de servicio, aseguraba mi madre", recuerda. De hecho, con unos pocos años ya era un habitual en el Día de la Cruz Roja, para el que se ataviaba con la gorra y el pin rojos. Se sentía a su vez fascinado por el enfermero de su centro de salud. "Tan enfocada estaba la profesión hacia la persona, que no dudé en elegirla antes que la Medicina", subraya. 

Con el tiempo le llegó la oportunidad de desempeñarse en Urología, "poco conocida y, tradicionalmente, de mucho hermetismo". No lo dudó y, al quedar descubierta la consulta, se quiso desarrollar allí, en la única especialidad en la que "el paciente viene fatal y en 15 minutos se va a casa estupendísimo", destaca Isaac Florido.

¿Qué define a la enfermera? 

José María, Estela, Isaac y Ana tratan de tejer cuatro aristas sobre las que se cimenta la figura del enfermero. Para el primero de ellos es fundamental el "mantenerse activo y el estudio continuo, pues tenemos que trabajar con la evidencia más novedosa". La enfermería o, como la tilda José María Romero, "ciencia de los cuidados", evoluciona "gracias a que no aplicamos nuestro librillo, sino aquello basado en la evidencia, aquello que realmente funciona".

Estela Gómez añade a este cóctel de aptitudes la empatía. "Si no tienes la capacidad de ponerte en el lugar del otro, no puedes ser enfermera", expone, toda vez que asegura que "es imposible serlo si no se tiene una vocación".

Estela Gómez, enfermera de Educación Diabetológica. Estela Gómez, enfermera de Educación Diabetológica.

Estela Gómez, enfermera de Educación Diabetológica. / Josué Correa

Para su compañera Ana Gómez también define a la enfermera su capacidad de trasmitir los conocimientos  "a los profesionales que entran en el hospital, así como a los pacientes. Toda enfermera lleva una maestra dentro", apunta. Cierra este sumario de atributos Isaac Florido, quien pone de manifiesto la escucha activa, así como la vocación de servicio. 

Todo ello dibuja la figura de la enfermera que, según explica la supervisora en cuidados intensivos, "va más allá de la mera enfermedad", en tanto que "asistimos no solo al paciente, sino a su familia también". A tales profesionales les preocupa el trabajo de la persona, sus hijos o cómo lleva la situación su entorno. "Abrimos el abanico a la unidad familiar", resume.

La profesión ha cambiado a los ojos de la sociedad, pero también de la propia sanidad. José María Romero recuerda que, décadas atrás, "la gente identificaba a la enfermera como la ayudante del medico y, en cambio, ahora somos las ayudantes de los pacientes". La diferencia reside en que, anteriormente, "el trabajo de la enfermera era de supeditación y ahora es de complementación del médico". Esto es posible gracias a que se ha tomado conciencia de que en todas las especialidades se consiguen logros al unir el aspecto biomédico y el de los cuidados. 

Los retos de la profesión

La enfermería evoluciona, pero aún le quedan varias metas que lograr. Las mismas son puestas de manifiesto por los propios profesionales, que visualizan aún un largo camino de cambios.

Estela Gómez pone el énfasis en la autocrítica y en tomar medidas para ir mejorando, "sin olvidar la necesidad de impulsar la formación en términos específicos", lo que "nos hará crecer juntos y consolidarnos como profesión autónoma e independiente". Asimismo, su compañera Ana Gómez pide que los hospitales den "un mayor valor" a la profesión porque "una enfermería potente es lo que da valor a un hospital". 

Ana Gómez, supervisora de enfermería de la UCI del hospital Infanta Elena. Ana Gómez, supervisora de enfermería de la UCI del hospital Infanta Elena.

Ana Gómez, supervisora de enfermería de la UCI del hospital Infanta Elena. / Josué Correa (Huelva)

Por su parte, José María Romero pone el foco en su área de trabajo, la de los pacientes crónicos complejos. Para él el gran desafío está en la prevención porque el aumento de la esperanza de vida, no libre de la enfermedad, se traduce en un aumento progresivo del número de mayores con patologías crónicas. Por tanto, afirma, "necesitamos potenciar la prevención, pues necesitamos una sociedad más sana desde jóvenes porque, de dispararse las personas con enfermedades crónicas, el escenario podría ser insostenible". Y ahí deben ser las enfermeras "quienes lideremos y le demos la importancia necesaria".

Finaliza Isaac Florido aportando un consejo para los nuevos talentos que llegan a la sanidad. "Si no te valoran, hazte valorar. Trabaja, funciona, haz cosas, evoluciona y no te conformes", aconseja. 

La idiosincrasia de la enfermería hospitalaria, según los propios enfermeros, "está relacionada con un sistema sanitario público". "Lo que hacemos es porque lo sentimos y porque creemos en ello", concluyen.

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