Huelva

Cultura y gastronomía como valor turístico

  • Moguer revive la vendimia de la época de Juan Ramón con el Otoño Enogastronómico

A pesar de los notables esfuerzos del sector empresarial, la provincia de Huelva sólo ha podido rentabilizar en términos estrictamente económicos el binomio sol y playa, principal recurso y reclamo para desembarcar en esta tierra. El patrimonio enogastronómico y cultural era poco más que una suerte de bendición del que sentirnos orgulloso y una bandera con un fin más iconográfico e identitario que mercantil.

Esa realidad es la que está intentado cambiar el Grupo Sentire y la Diputación de Huelva con el II Otoño Enogastronómico, que conjuga un conjunto de propuestas turísticas que se salen del guión establecido y elevan la calidad de nuestra oferta.

Una de esas originales propuesta ha sido revivir la vendimia ancestral que desfilaba cada otoño frente a los ojos del poeta moguereño, y que inmortalizó en las páginas de la obra que le llevaron a ganar el Nobel de Literatura. De este modo, los ciudadanos pudieron revivir esas páginas con un Juan Ramón de carne y hueso que pasea con un burro por el casco histórico de ese municipio con la luz dentro. Gracias a ello, los turistas pudieron vivir en primera persona el quehacer de un bodeguero del siglo XX, participando en todo el recorrido que interviene en el proceso productivo de un vino, desde que la baya es recolectada de la cepa, hasta que ésta se sirven en la copa, incluyendo el transporte con burros, pisado de la vid y trasvase del mosto. El propio presidente de la Fundación del poeta moguereño, Antonio Ramírez Almansa, fue uno de los participantes en esta evocadora regresión en el tiempo.

Víctor Vega, gerente del Grupo Sentire, explicó que la programación se extiende a lo largo de todo el otoño: desde finales de septiembre a primeros de diciembre. "Nuestra meta es romper la temporalidad que aqueja a nuestro turismo y, a la par, ofrecer experiencias personales, memorables y creativas. De este modo, el turista deja de ser un mero actor pasivo que presencia el proceso de una vendimia o degusta un plato, y participa activamente en este proceso y vive en primera persona como se elaboran las recetas culinarias que posteriormente degustará".

El II Otoño Enogastronómico lo integran más diez actividades que nos llevan a disfrutar de la belleza ornitológica de Doñana; catas de los productos del descubrimiento; senderismo entre viñedos; propuestas artísticas como la Mostorange; recorridos en tren por el colorido paisaje condal o el maridaje mas sublime con palos del flamenco, gastronomía y vinos de Huelva en las bodegas, e incluso rally fotográfico. Propuestas que tienen como nexo de unión nuestra rica gastronomía a la que se intenta entronizar con recetas caseras que nos han dado el prestigio internacional, combinándolas con la cocina de autor.

Junto a ello, estos majares son siempre degustados en el interior de las distintas bodegas diseminadas por los términos municipales de Rociana, Bollullos, Moguer y Almonte. Templos vitivinícolas que conforman el mejor patrimonio arquitectónico de los municipios y guardianes del legado agrícola.

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